A los astronautas españoles Pablo Álvarez y Sara García les salieron ayer un buen número de competidores en Herrera de Pisuerga, sede del lanzamiento de un cohete en el marco del proyecto de innovación educativa CanSat, de la Agencia Espacial Europea (ESA) y con gran implicación por parte de la Junta de Castilla y León.
Los preparativos previos y los nervios dieron paso al lanzamiento del dispositivo al espacio, con seis satélites de reducido tamaño en su interior (tienen que caber dentro de una lata de refresco) y ante una expectación mayúscula de casi 200 participantes, procedentes de 17 centros educativos de la región. En concreto, el aparato medía 2,30 metros de largo, 12 centímetros de diámetro, una masa máxima al despegue de 10 kilos y contaba con un motor capaz de empujar 85 kilos, convirtiendo al municipio herrerense en un pequeño Cabo Cañaveral.
Entre los participantes se encontraba el IES Virgen de la Calle, en representación de Palencia, que concurrió con dos proyectos: uno para medir la luz ultravioleta y otro para hacer una medición de sonido, explicó el profesor de Tecnología e Ingeniería, Luis González. Esta sería la considerada misión secundaria, pues la primaria es común para todos y se centra en medir la velocidad o la altitud.
«Los alumnos están muy ilusionados con el proyecto. Es la primera vez que han participado y hemos empezado de cero los dos proyectos, así que ha sido un reto», señaló la docente de Física y Química, Lucía Tarláguila. «Se han implicado mucho, igual que nosotros, quedándose a trabajar por la tarde. Han respondido muy bien, les ha gustado mucho la práctica frente a la teoría y están muy contentos porque el trabajo es suyo y es una manera de que descubran sus vocaciones», añadió.
Un satélite en la mano en Herrera de PisuergaEL PROYECTO CANSAT
CanSat nace por la «falta de educación entre la juventud en el ámbito espacial», apuntó Miguel Ángel Cabrerizo, director de Producciones Científicas y Técnicas. «La Agencia Espacial ha detectado falta de mano de obra y que sus trabajadores son asiáticos, africanos o de otros países que no son miembros de la Unión Europea, porque nuestros jóvenes buscan más el dinero fácil, dedicándose a otras facetas en la vida», comentó.
Con esta base, la ESA desarrolló una Oficina de Educación en todos los países miembros, que nutre de materiales para «despertar esa inquietud» desde los cuatro años hasta los 18. Así, en el caso concreto de Herrera, se dieron cita chavales de entre 15 y 18 años, con mucha inquietud científica, ganas de aprender y de descubrir nuevos horizontes. Y es que la suya ha sido una inmersión «total» que han abordado de manera «transversal» en asignaturas como Matemáticas o Física, apuntó en declaraciones a Diario Palentino Gerardo Puertas, uno de los promotores de la actividad divulgativa en su condición de asesor.
Un satélite en la mano en Herrera de PisuergaEn concreto, CanSat es un proyecto completo de ingeniería espacial, ya que los alumnos «tienen que hacer la concepción, la búsqueda de fondos y patrocinadores, un plan de difusión, el diseño del satélite y diseñar su misión científica. Es decir, construirlo, programarlo, probarlo y hacer una defensa ante un tribunal de su proyecto en todos estos aspectos», explicó Cabrerizo.
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Un satélite en la mano en Herrera de Pisuerga
Un satélite en la mano en Herrera de Pisuerga
Por su parte, el director general de Innovación y Formación del Profesorado de la Junta, Luis Domingo González, destacó la implicación de la institución regional en apoyar iniciativas como esta. «Tratamos de llevar ese apoyo, a través de la innovación, a todos los aspectos. Se trata de fomentar la creatividad en el alumnado, el trabajo en equipo y el emprendimiento. En definitiva, que a través de variados programas como este, los jóvenes estén preparados para la vida en un doble aspecto: en lo académico y en lo científico», subrayó.