Aitana Alonso Simón tiene al día siguiente exámenes de matemáticas y anatomía. Está en plena semana de controles de primero de Bachillerato, pero la jovencísima saltadora de altura palentina, de solo 16 años, organiza de manera diferente su tarde de estudio para atender a Diario Palentino, que se desplaza al Campo de la Juventud, en cuya residencia vive la atleta del Valencia Club Atletismo, para charlar con la vigente medalla de bronce en el Campeonato de España absoluto short track que se celebró en Gallur (Madrid) hace escasos días.
Tiene 16 años pero compitió como una verdadera veterana en la pista cubierta madrileña, rodeada de las mejores del país. Pese a su temprana edad, fue tercera, solo por detrás de Ona Bonet y Una Stancev. Se colgó así su primer metal absoluto, esperando que detrás vengan muchos más. «Espero el aire libre como agua de mayo porque es mi temporada fuerte. Quiero conseguir otra medalla en el Campeonato de España, pero tendré contrincantes más fuertes, como Celia Rifaterra, ahora en Estados Unidos. Quién sabe, pero esperemos que lleguen más», reflexiona Aitana, que no esconde estar «muy nerviosa» en el momento de la entrevista, no acostumbrada, todavía, a micrófonos y cámaras. Todo lo contrario que en la pista, donde su desparpajo y calidad hacen olvidar que solo es una adolescente que quiere estudiar Medicina.
Aitana Alonso forma parte de ese relevo generacional que quiere regenerar el salto de altura español, cada vez con atletas más jóvenes en las pruebas absolutas. Algo que a la palentina le agrada, ya que le gusta «que haya gente más joven para competir, porque al final todas nos acabamos llevando muy bien». De sus compañeras también aprende, especialmente de Bonet, vigente campeona de España. «Es una locura, salta y parece que no está haciendo nada. Cada vez que la miro pienso que es increíble», expresa.
Un cambio de rumbo
La saltadora cerraba el 2024 con los colores del Puentecillas, el club en el que se ha criado desde muy pequeña, y abría el 2025 con los del Valencia Club Atletismo, uno de los más punteros del país. «Para mí era una oportunidad cambiarme a un club más grande, en el que poder competir mucho más y tener más posibilidades. Quieras o no el Puentecillas es el club en el que me he criado y me ha dado mucha pena irme. Pero para mí es un época de cambio y avances y estoy muy contenta con la decisión. No era mi intención irme este año, pero contactaron conmigo y no me lo pensé. Me abre mucho las puertas. Es un club de División de Honor con el que voy a competir muchísimo este año. Y a mí me encanta competir, es cuando mejor estoy», explica.
Un salto de la 'P' a la 'V' - Foto: Óscar NavarroEso sí, su rutina «tampoco ha cambiado tanto. Sigo con mi grupo de entrenamiento. Lo único que cambia es la ropa al competir, como quien dice». Y es que Elena Caballero sigue siendo su preparadora.
Ahora ya se enfoca en el aire libre, un alivio para Aitana, a la que la pista cubierta no le hace ninguna gracia. «No quiero oír hablar más de ella. No me gusta nada». En su próxima competición espera «conseguir la mínima europea sub'20. Está súper cerca de la marca que tengo ahora (1,80 metros), es un centímetro más. Para el aire libre tengo esas expectativas y el objetivo del récord de España», detalla, ambiciosa.
Aunque el salto de altura no es la única prueba en la que tiene pensado competir. De hecho, en el reciente Nacional sub'18, en el que se impuso con solvencia en la altura, también tomó parte en los 60 metros vallas, una modalidad que le apasiona. «Desde pequeña la he entrenado y me ha encantado. Es de mis favoritas. Hace poco hice un marcón y dije ¡sí anda, pues me meto! Tenía un poco de libertad en el horario y decidí apuntarme en el Nacional sub'18. La cosa fue bastante bien, me metí a la final, aunque no hice la carrera de mi vida. Mi idea es también hacerlas en aire libre, aunque además quiero hacer combinadas», asevera Aitana.
La palentina, que se fija en la ucraniana Mahuchikh, a la que tiene como referente, entrena unas 12 horas a la semana. Y los resultados llegan, no solo a nivel nacional, con ese brillante bronce absoluto, sino también continental, como se pudo comprobar en el último Europeo sub'18, en el que Aitana Alonso consiguió la medalla de plata con un espectacular salto de 1,81 metros. Ahora, en una categoría mayor, «se me va a complicar un poco más. Me da algo más de miedo». Por eso sigue entrenando día a día para volver a subirse a un podio en un Campeonato de Europa. Sea cual sea la dificultad.