Si encontrar un puesto de trabajo acorde a la formación y capacidades es en muchas ocasiones un reto imposible para una persona sin discapacidad, la complicación crece exponencialmente cuando se habla del acceso al mercado laboral de aquellas que tienen reconocido un grado de discapacidad igual o superior al 33% ya sea física o intelectual. Basta echar un vistazo a los datos para comprobar los altos niveles de desempleo que, pese a los avances hechos en su integración laboral, padece España.
Si se cierra el foco sobre los datos de la provincia, a día de hoy hay 490 demandantes de empleo pertenecientes a este colectivo inscritos en las oficinas del Servicio Público de Empleo de Castilla y León, según el Informe del mercado de trabajo de las personas con discapacidad 2024 del Servicio Público de Empleo Estatal, que utiliza los datos del año anterior. Representan actualmente al 7,25% del total de parados de Palencia, aunque, eso sí, son un 21% menos de los que figuran en el estudio de 2019, cuando ascendían a 624.
Las iniciativas dirigidas a fomentar el empleo de las personas con discapacidad que se han llevado a cabo en los últimos años desde las distintas administraciones están dando sus resultados. En Palencia hay 1.455 afiliados con discapacidad a la Seguridad Social, que son un 12,7% más que hace cinco años y que representan al 2,24% del total de los trabajadores de la provincia. Además, cabe resaltar que 508 personas trabajan en las diferentes sedes de los centros especiales de empleo (CEE) de la provincia.
Sin embargo, colectivos como la Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad de Palencia (Fedispa) advierten de que queda mucho camino por recorrer en pro de la igualdad. Uno de los problemas que han detectado es que hay ocasiones en las que las medidas que se impulsan no piensan tanto en qué puede aportar una persona con discapacidad en su puesto de trabajo como en cumplir con un cupo. Eso no es inserción. Las política de integración laboral de estos trabajadores deberían ir encaminadas también a asegurar que puedan desarrollar una vida plena y productiva, para lo que es necesario puestos de trabajo adecuados a sus capacidades, ya sea en el sistema ordinario o en el protegido.
Y es que el empleo es un elemento esencial para garantizar la igualdad de oportunidades, el desarrollo personal y la participación plena en la vida económica, cultural y social. Ese tiene que es el objetivo de cualquier política en este ámbito.