La función de todo pregón es animar a participar en cada uno de los eventos que se organizan en las fiestas, ensalzar las bondades del municipio y transmitir a los oyentes las anécdotas de quien lo pronuncia. Por eso, en Cervera de Pisuerga han echado la vista atrás para seleccionar a una figura de gran importancia en sus festejos: Ricardo Álvarez, uno de los creadores de las peñas.
Este hombre es muy conocido en el pueblo y, aunque actualmente vive en Castellón y no en el pueblo palentino, ha recibido con «ilusión» la noticia. Es más, para Ricardo Álvarez es «un orgullo y es de agradecer que hayan tenido esa consideración conmigo», pues «no me lo esperaba la verdad».
La sorpresa ha sido mayúscula para el antiguo secretario de los Juzgados, pero, tras ajustar su agenda, aceptó la propuesta que el propio alcalde, Jorge Ibáñez, le hizo.
Y es que, desde el Ayuntamiento querían contar con él como pregonero porque «en los años 70 formó parte muy activa de lo que hoy somos. Se metió en la Comisión de Fiestas, se hizo director del grupo de teatro, organizó unas semanas culturales que han traído la categoría a Cervera y con renombre en el panorama nacional...» En definitiva, en palabras del regidor, sentó «un precedente muy importante» para la actividad cultural y festiva cerverana.
Ricardo Álvarez no olvida esa época en la que se involucró de manera activa en las fiestas de Nuestra Señora y San Roque. Es más, recuerda con cariño el tiempo que formó parte de la Comisión de Fiestas junto a otras personas «que no éramos precisamente de Cervera, como el médico Felipe, el cura Valentín o José Luis Medina», explica. Es más, para él «fue una comisión de la que estoy especialmente orgulloso porque modificamos mucho las fiestas de entonces».
De hecho, es consciente de la evolución que ha sufrido el municipio en este aspecto, algo que atribuye a «la evolución en la manera de pensar y de vivir de la gente», ya que «antes era impensable que en las fiestas de un pueblo pudieran aprovechar para ir a otros sitios y ahora sí que se nota y se ve. No sé el motivo, pero lo achaco a la forma de vida que tenemos», sentencia.
Cuando llegue el momento de asomarse al balcón consistorial para dirigirse a los cerveranos, a sus antiguos vecinos, a sus amigos y familiares, Ricardo Álvarez aprovechará para hablar «un poquito sobre las características del pueblo y de la gente que he podido observar durante los dos periodos de tiempo que he residido en Cervera, desde el 1974 hasta el 1982 de manera profesional y, después, una vez jubilado, desde el 2015 hasta hace unos días, hasta el mes de abril». Pero, «fundamentalmente voy a hablar de los programas que haya podido vivir, lo que han evolucionado las fiestas y, sobre todo, de la idiosincrasia del pueblo», concluye.