Ordeno cartas. De poetas importantes y escritores reconocidos: Vicente Aleixandre, ya editadas. De amigos de siempre, familiares, personas desconocidas que se alegran de haberle oído en un recital, conferencia, charla, pregón, en la Tello Téllez, Ateneo, Casino, Club de Amigos de Alemania, UNED, Teatro Principal, o conventos de Recoletas o Carmelitas, cercana la Navidad, y Las Claras de su amado Astudillo; hombres que expresaban emoción o alegría pues, de niños, habían jugado juntos, en la Mota y en la plaza. Deseo que mis hijos encuentren lo más ordenado posible todo. Entre lágrimas, alegría, anécdotas y recuerdos vividos juntos, descubro lo olvidado que vuelve como gota de frescor matinal. Recuerdo, sigo amando y, creo, que de algún modo él está cerca y me ayuda. Me gustan las cartas, cariñosas, entrañables, en las que recibo un consejo para seguir adelante.
Ahora, por la técnica, son mensajes que -escritos o hablados- en el móvil, llegan apenas se cargan y envían. Me gustan por la rapidez, impronta personal y espontaneidad que emanan. Coloco en álbumes las fotografías de actos en los que aparece con frecuencia en Diario Palentino y Norte de Castilla. El Diario Palentino, el 23 de febrero de 2018 publica, en CARTAS DE LOS LECTORES, una en la que Marcelino se siente feliz por aquel sentido homenaje que le dedicaron sus amigos de la Institución Tello Téllez. Demuestra lo que siente y escribe «GRACIAS, Palencia». Fue el 16 de enero de 2018. Entró torero, aplausos y apretones de manos. Emocionado. Ganó su entereza y aguantó muy bien. Transcribo:
«GRACIAS, Palencia. A uno, andariego de la provincia y cantor de la ciudad, le es obligado reconocer, pésame señor, que sí ha sido, y es, querido por sus paisanos, por seres distinguidos y anónimos, por conocidos personalmente o por simples ciudadanos que la retina nunca apresó su figura. Lo he visto en el homenaje a mi persona que promovió la Institución Tello Téllez de Meneses y al que asistió gente hasta llenar el salón del Centro Cultural de la Diputación. Hoy hago una posa en mi caminar y doy valor al calor de todos, a las palabras de todos, las dichas y las calladas, al abrazo de tantos, y vuelvo a un verso que di al papel: Palencia es un cantar para decirlo juntos». Marcelino García Velasco.