El hombre de 39 años detenido el pasado viernes por intento de homicidio a una joven de 18 años ha ingresado en prisión. Los hechos ocurrieron en la madrugada del jueves al viernes, sobre las 2,00 horas, cuando una joven se presentó en dependencias de la Comisaría Provincial y manifestó que acababa de ser agredida por un hombre corpulento que la había agarrado por detrás y del que consiguió zafarse tras morderle una mano.
Acto seguido, comenzó la búsqueda del agresor por parte de la Policía Nacional a partir de las las características aportadas por la víctima. Finalmente, fue localizado dos horas después en las inmediaciones de la propia comisaría y fue detenido, momento en el que los agentes se percataron de que presentaba una mordedura en una de sus manos.
El detenido manifestó padecer esquizofrenia y necesitar de medicación para evitar comportarse de forma agresiva. De hecho, durante su detención, en la que participaron miembros de la Policía Local, agredió a varios agentes causándoles pequeñas contusiones. También provocó daños en el mobiliario de la comisaría aunque, finalmente, consiguieron inmovilizarle enlazando tres grilletes policiales por su espalda dada su corpulencia.
Una vez reducido, también fue necesaria la intervención de los servicios médicos del Servicio de Emergencias 112 para administrarle algún tipo de calmante. No fue una tarea fácil porque llegó incluso a agredir al médico durante su tratamiento con resultado de lesiones leves.
antecedentes. Tal y como informó la Subdelegación del Gobierno, el detenido había salido del centro penitenciario de La Moraleja (Dueñas) el pasado día 18 de junio tras cumplir una condena de 20 años por una agresión sexual cometida en el año 2004, cuando contaba con 19 años. Desde que quedó en libertad, llevaba un dispositivo localizador y tenía la obligación de informar de su domicilio como medida cautelar.
Al parecer, este hombre habría alardeado en prisión de que iba a cometer más agresiones cuando saliera de la cárcel y posteriormente, ya en libertad, fue protagonista de un incidente autolesivo en el que tuvo que intervenir la Policía Nacional. Según la información aportada por la Subdelegación, el esta persona puede sufrir esquizofrenia y requerir medicación regular que no estaría cumpliendo desde que salió de la prisión.
Tampoco se le conoce arraigo alguno en Palencia ni residencial ni familiar pero sí se sabe que tiene prohibición de entrada en Pamplona donde residía y donde cometió su primer acto criminal.