PASIONES La gastronomía: le encanta visitar restaurantes y probar cosas nuevas ya que siempre aprende algo. Además, disfruta leyendo libros que le ayuden en su trabajo; del cine, con el que se distrae en sus ratos libres; y del deporte, principalmente el ciclismo. Le sirve para desconectar del trabajo haciendo rutas por carretera o por el Canal de Castilla.
TRAYECTORIA Hace cinco años comenzó su formación en Dirección de Cocina en la Escuela Superior de Hostelería de Artxanda (Bilbao). Cuando terminó, se incorporó al negocio familiar, en el que ejerce desde entonces como jefe de cocina junto a su tío Enrique Dublín, mano a mano sacando adelante su cocina.
1.Restaurante Villa de Frómista. «Al que actualmente dedico casi todo mi tiempo es el negocio que fundaron mis padres hace ya dos décadas en el pueblo de mi abuela, Frómista. En él trabajo como jefe de cocina desde hace tres años intentando dar luz a mis ideas junto a mi tío Enrique y convencer a nuestros clientes con los platos que elaboramos: una cocina tradicional con el lechazo como actor principal ya que tenemos un horno de leña gigante, pero con entrantes variados y productos de temporada que rotan cada cierto tiempo».
2.San Martín de Frómista. «Es la joya del románico palentino. Dentro de ella podemos disfrutar de las historias que cuentan los múltiples capiteles que hay repartidos por toda la iglesia. Se trata del mayor atractivo que tenemos en el pueblo y también el principal motor turístico. Desde pequeño he jugado en su plaza y guardo buenos recuerdos de las noches de verano sentado con mis amigos en sus puertas».
3.Esclusa cuádruple del Canal de Castilla. «Desde que trajeron el barco Juan de Homar, se ha convertido en un entorno aún más impresionante de lo que me ha parecido siempre. Cuando empieza la temporada del Camino de Santiago, está repleto de gente y cuando salgo en bicicleta me encanta pasar por allí para disfrutar de las esclusas. Es un lugar único, al igual que el resto del Canal».
4.Montaña Palentina. «Es un entorno privilegiado y que además tenemos a apenas una hora de viaje en coche. Nos gusta pasar allí el día libre de varias formas, ya sea haciendo rutas, conociendo sus diferentes pueblos como, por ejemplo, Alba de los Cardaños y su precioso mirador con el que disfrutar del pantano de Camporredondo; o visitando el impresionante mirador de Piedrasluengas, desde el que podemos observar los Picos de Europa. Además, uno puede aprovechar para comer en cualquiera de los restaurantes que están repartidos por todo el norte de Palencia».
5.Los palomares de Tierra de Campos. «Estas estructuras arquitectónicas repartidas por la comarca son una de las cosas más características de nuestra zona junta a la gastronomía. Siempre hemos tenido vecinos con los que ir al palomar a por pichones, que disfrutábamos guisados en la bodega o escabechados en invierno en nuestras ensaladas».
6.Astudillo. «Un pueblo al que le tengo un especial cariño. Desde pequeño siempre me llevaba mi madre a la tienda de telas, paseábamos por sus calles, tomábamos algo en sus bares e íbamos a la bodega de un buen amigo nuestro. Siempre nos ha gustado especialmente el ambiente que hay en el pueblo».
7.Palencia capital. «El lugar al que acudimos cuando necesitamos algo, además de tener grandes atractivos turísticos como son el Cristo del Otero, la Bella Desconocida, su calle Mayor, el Canal de Castilla, el paseo del Salón y mucho más. Quizás deberíamos valorar con más cariño todo lo que tenemos ya que es una ciudad muy bonita llena de patrimonio y con un gran potencial que algún día se logrará desarrollar como merece».
8.Aguilar de Campoo. «Uno de mis pueblos favoritos, donde se puede visitar el monasterio de Santa María la Real, que es un ejemplo por su recuperación ya que estuvo mucho tiempo en ruinas; además de su museo, el castillo desde donde se puede observar todo Aguilar con una postal impresionante, la iglesia de San Andrés o su plaza Mayor. Una parada obligatoria siempre que subimos al pantano».
9.La Perla Alcazareña. «Lo elijo ya sea por su tarta de hojaldre con nata, crema y yema que nunca puede faltar en nuestra mesa cuando tenemos una celebración o por sus amarguillos que tanto disfrutamos».
10.Ajo de Sopas. «Quizás el restaurante que más me ha sorprendido de la provincia desde que lo conocí en su apertura. Con su propuesta tan alejada de lo habitual en la zona, me supuso una gran alegría al romper los moldes y demostrar que en Palencia hay sitio para todos».