La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) declaró días atrás el nivel de alerta en el río Arlanza en la vecina provincia de Burgos, por lo que era cuestión de horas que esta fuerte avenida llegara a tierras palentinas. Ese momento se produjo ayer en el Parte Oficial de Avenidas de las 14,05 horas tras una mañana de continuo incremento del nivel del agua y el caudal a su paso por Quintana del Puente. Y no es para menos, pues en tan solo 72 horas el caudal se había multiplicado por seis: de unos 25 a 171,84 m3/s.

Que esta situación iba a sucederse no era ninguna sorpresa a tenor de la evolución de las últimas horas, por lo que la declaración del estado de alerta amarilla fue más una formalidad. Y es que no hacía más que acercarse hasta la zona del puente, donde el agua se apoderó de parte de la ribera y pasaba por sus 18 ojos (en muchos de ellos solo pasa el río cuando viene crecido) con un color turbio fruto de las lluvias de las últimos días.

Más concretamente, el río llegó a alcanzar picos de 3,01 metros (en torno a uno el miércoles, antes de los efectos de las fuertes lluvias). En este caso, al igual que ocurrió con el caudal, tras una jornada de constantes incrementos, la situación  fue mejorando al llegar la tarde, con tendencia descendente.

El resto de masas de agua de la provincia se mantuvo dentro de la normalidad. Según los datos aportados por el organismo de cuenca a través de las estaciones de aforo, no hubo que lamentar incidente alguno en la provincia.

«Estamos ante una semana muy inestable meteorológicamente hablando debido al paso de varias borrascas que han dejado precipitaciones generosas e incrementos en los caudales, que están siendo vigilados desde el Sistema Automático de Información Hidrológica de la Confederación, concretó la presidenta, María Jesús Lafuente.

Asimismo, aseguró que teniendo en cuenta la «poca acumulación de nieve», no se prevén repuntes en las cabeceras de los ríos. No obstante, no descartó que se registren nuevos avisos en los tramos medios y bajos los próximos días por las precipitaciones que se avecinan.