Historia, naturaleza, patrimonio y Camino de Santiago se dan la mano en los dos viajes que los barcos Juan de Homar y Marqués de la Ensenada realizan por el Canal de Castilla en su tramo por la provincia de Palencia, además de que ofrecen al visitante otras posibilidades como rutas en bicicleta o paseos por una de las obras hidráulicas más importantes de España del siglo XVIII. 

Un recorrido salpicado de olmos, álamos, chopos o sauces y que permite al viajero de estos barcos, que surcan las aguas de un canal que recorre las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid, descubrir esclusas, molinos, dársenas y almacenes, ya que esta obras de ideó para el transporte de grano desde Castilla hasta los puertos del norte de España.

El Canal de Castilla, tal y como explican las guías y marineras de ambas embarcaciones, Mónica García y Cristina Manian, en declaraciones a Europa Press, es una obra de ingeniería hidráulica que data del siglo XVIII, cuando el Marqués de Ensenada propone al Rey Fernando VI hacer un canal de riego y de navegación que duró 110 años. Declarado Bien de Interés Cultural, sigue siendo un testimonio vivo del ingenio y la capacidad constructiva de la España del siglo XVIII y, a través los barcos Juan de Homar y Marqués de la Ensenada, se abre una ventana al pasado, a los siglos XVIII y XIX y que permite comprender cómo funcionaba el transporte fluvial en esa época a través de unas modernas embarcaciones y un centro de interpretación. Ambos barcos de la Diputación de Palencia han recibido en este año a 12.000 y 2.000 turistas y peregrinos, respectivamente, que buscan conocer y disfrutar de la provincia. 

Viaje fluvial que mezcla naturaleza y patrimonio - Foto: sara muniosgurenEl Barco Juan de Homar comienza su recorrido en la dársena de Alar del Rey, un antiguo puerto fluvial que fue un punto neurálgico para el comercio en Castilla y, con una duración de cerca de hora y media, ofrece a los pasajeros una experiencia «inmersiva», con explicaciones que relatan la historia y la importancia de este canal artificial. Cristina Manian señala que el Juan de Homar recibe durante el año a «todo tipo de público» desde colegios, guarderías, institutos o agencias de viajes, además de que su recorrido forma parte del Camino de Santiago, por lo que los peregrinos «lo pueden aprovechar» en su etapa entre Boadilla del Camino hasta Frómista para ahorrarse los tres kilómetros andando. 

En lo que va de año, el Juan de Homar ha transportado a 12.000 personas entre Frómista y Boadilla del Camino, lo que además de navegar  pueden disfrutar de los diferentes recursos de ambas localidades, como la Iglesia de la Asunción, el rollo Jurisdiccional o la cuádruple esclusa. Se realizaron  tres viajes por la mañana y otros tres por la tarde, con unas 36 personas en cada uno «para que los usuarios no estuviesen tan amontonados» a nte la gran demanda de este recurso turístico.  Dos turistas, David y Juanma, coinciden en reconocer que les llamó la atención la posibilidad de realizar esta travesía  y aseguran que «han disfrutado», ya que la historia que rodea esta infraestructura es «muy interesante». Además, durante la travesía, al Juan del Homar» se subió un peregrino del Camino de Santiago, quien explica que comenzó su recorrido en Saint-Jean-Pied-de-Port (Francia) hace 11 días, motivado tras el fallecimiento de su mujer, el pasado día 16 de octubre, por lo que este recorrido le ayuda a «llorar» a su esposa, además de sentir que a su lado «tiene muchos ángeles» que le acompañan en su peregrinaje por la rura fluvial.

marqués de la ensenada. El viaje a bordo del Marqués de la Ensenada comienza en Herrera de Pisuerga, una de las localidades más significativas del trazado del Canal de Castilla con un recorrido de aproximadamente una hora, en el que los turistas disfrutan de un trayecto «tranquilo», rodeados de un paisaje idílico caracterizado por extensas arboledas y campos agrícolas Más allá del paseo en barco, los visitantes pueden disfrutar de rutas de senderismo, además de que en Herrera se encuentra el Centro de Interpretación del Canal, que ayuda al visitante a profundizar en su historia y  funciones, y a conocer la flora que rodea esta vía fluvial. Mónica García explica que el barco Marqués de la Ensenada hace un recorrido de cerca una hora, contando con la ida y la vuelta y una capacidad de 30 personas. En la época de primavera y verano se realizan unos cuatro o cinco viajes al día, porque es cuando hay más demanda. 

«En invierno no hay tanta gente, pero en verano se concentra mucha, por lo que en este año han navegado unas 2.000 personas en este barco, aproximadamente, entre abril y octubre», asevera esta marinera, quien apunta que los turistas proceden de toda España pero principalmente de las comunidades de Cantabria, Madrid, País Vasco y Asturias.