Alrededor de 5.000 agricultores y ganaderos se manifestaron ayer en Madrid frente a la sede del Ministerio de Agricultura en protesta por la baja rentabilidad del campo y la falta de soluciones políticas. La movilización, convocada por las organizaciones Asaja y COAG, contó con la participación de más de un centenar de profesionales de Palencia, que se desplazaron a la capital española en dos autobuses que partieron desde la Nueva Balastera a las 6,30 horas. Los manifestantes palentinos estuvieron encabezados por los presidentes regional y provincial de Asaja, Donaciano Dujo y José Luis Marcos, respectivamente.
El campo palentino y castellano-leonés expresó su descontento por una situación insostenible debido a la falta de rentabilidad de los cultivos, especialmente los cereales, y a la inacción del Gobierno para ofrecer respuestas efectivas. Uno de los puntos de mayor preocupación fue el reciente acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur, que permitiría la entrada de productos agrícolas y ganaderos con estándares mucho menos exigentes que los aplicados en Europa. Esto supondría una competencia desleal para los agricultores y ganaderos locales.
Durante el acto de protesta, Donaciano Dujo advirtió de las consecuencias devastadoras del acuerdo con Mercosur para sectores clave como el de la remolacha, el vacuno de carne y el avícola. Señaló que si la entrada de grano procedente de Ucrania ya había provocado el hundimiento de los precios del cereal, la llegada de productos de países sudamericanos agravaría aún más la situación. «Si la entrada de grano ucraniano ha tenido como consecuencia la bajada del cereal, ya podemos imaginar el mazazo que supondría Mercosur para sectores clave de nuestra ganadería y agricultura», afirmó Dujo.
Por su parte, José Luis Marcos reclamó que se permitiera a los productores competir en igualdad de condiciones, exigiendo a los productos importados los mismos requisitos que a los de origen comunitario. Asaja denunció que productos procedentes de países como Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay no cumplen las normativas europeas en cuanto a métodos de engorde y uso de fitosanitarios. Esto no solo amenaza la viabilidad económica del campo, sino que también pone en riesgo la calidad y seguridad alimentaria de los consumidores europeos. La protesta de Madrid se sumó a una serie de movilizaciones que tuvieron lugar a lo largo de 2024 en Palencia y el resto de Castilla y León. En octubre, se realizó una concentración frente a la Delegación del Gobierno en Castilla y León, y en noviembre, otra en Arévalo (Ávila). La constante caída de los precios del cereal y la falta de medidas eficaces por parte de los responsables políticos llevaron al límite a los profesionales del sector primario.