Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Normalidad en Sanxenxo

29/07/2023

Lo mejor que le podía pasar al Rey Juan Carlos ha sido la normalidad con la que transcurre su tercera visita a España desde que hace tres años fue obligado a marcharse y se instaló en Abu Dhabi como invitado especial del emir, que lo trata como si fuera un miembro de su propia familia.

La primera visita a Sanxenxo estuvo plagada de errores, pero culminó con una importante reunión en Zarzuela con el rey Felipe en la que abordaron todos los asuntos que deberían haber abordado mucho tiempo atrás y que era necesario aclarar. En la segunda cumplió D. Juan Carlos con la petición que le había hecho su hijo de rebajar el protagonismo. Pero no pudo impedir el acoso periodístico. Esta vez, la visita transcurre con un perfil bajo, sin que su presencia provoque tumultos ni incidentes, aunque Sanxenxo en verano es una de las localidades en las que se encuentran más turistas por metro cuadrado, sobre todo de Madrid.

Nunca cesan las especulaciones sobre sus planes de futuro, pero se está cumpliendo aquello que acordó con el Rey Felipe: hacer habituales sus visitas a España aunque su residencia se mantenga en Abu Dhabi. No solo por razones fiscales, sino porque existen demasiados vetos a su presencia en Zarzuela, su casa, a que pueda residir en una propiedad cedida por amigos y mucho menos a una que pertenezca a Patrimonio Nacional. Ya no le increpan personajes de partidos extremistas que buscan titulares lanzando exabruptos contra D. Juan Carlos, y en Galicia apenas se mueve más allá del Náutico y del chalet de Pedro Campos, su anfitrión, donde suele cenar con los amigos de siempre.

Tiene causas pendientes, Corina no renuncia a utilizar la relación que mantuvo con el rey para hacerse con una buena fortuna. La Justicia tiene la última palabra, pero hasta ahora no es muy favorable a las exigencias de la ex princesa.

Coincide este nuevo viaje a Sanxenxo con una reunión familiar de hijos y nietos en Marivent a la que D. Juan Carlos no ha sido invitado. Se ha hecho a la idea de que la relación con su hijo es difícil por las razones institucionales que todo el mundo conoce, pero seguro también que valora el cambio en su situación: vive en un exilio dorado, y puede viajar a España sin problema.

Para una persona como él, que se siente profundamente español y se dolía cada vez quele ponían obstáculos para viajar a Madrid, es un alivio que se hayan derrumbados las barreras que se le impedían. No es fácil su regreso a Madrid, ni siquiera es seguro que él mismo lo considere oportuno. Pero que pueda ir y venir de Abu Dhabi sin problema, es todo un avance para un hombre que ha sido un gran Jefe de Estado, y al que su vida personal, de la que es único responsable, ha creado graves problemas cuyas consecuencias está viviendo.