Los centros de recuperación de animales silvestres (CRAS) reciben cada año ejemplares que necesitan algún tipo de cuidado porque están heridos, enfermos o huérfanos. En estos lugares se recuperan y posteriormente son devueltos al medio natural.
El año pasado los centros de la comunidad recibieron 275 ejemplares de fauna silvestre procedentes de Palencia. El 65,74% de los mismos llegaron vivos al punto de destino, mientras que el 29,41% lo hicieron ya muertos, según un informe elaborado por la Red de Centros de Recuperación de Castilla y León.
El vencejo común, con 31 ejemplares, fue la especie más recogida en tierras palentinas, seguida de la cigüeña blanca (28), el cernícalo vulgar (20), el ratonero (19), el buitre leonado (15), el milano real (14), el cernícalo primilla (12), el mochuelo europeo (10), el milano negro (10) y la lechuza común (9). La inmensa mayoría eran aves, pero también se interceptaron reptiles y mamíferos.
Los motivos de los ingresos desde la provincia fueron la recogida de pollos y crías, que se llevó a cabo en 104 ocasiones, y los traumatismos indeterminados, en 58 casos. También se recogieron animales por otras causas como las electrocuciones y colisiones con el tendido eléctrico (20 ejemplares), diversas enfermedades (18), atropellos (14), colisiones con aerogeneradores (11), disparos (9), intoxicaciones (9), colisiones con cristales (5), depredación (4) y cautividad (2).
Los animales recogidos en Palencia suponen el 4,05% del total autonómico, que ascendió en 2022 a 6.749 ejemplares. La provincia se posiciona en octava posición en la recogida de animales con 275 ejemplares, mientras que Burgos encabeza el ranking (1.402), seguida de Valladolid (1.376), Salamanca (981), Segovia (979) y León (285). Y Ávila cierra la lista con 252.
Según informa Ical, de los 6.749 animales recogidos el año pasado en Castilla y León, 5.994 eran ejemplares de fauna silvestre; 490 correspondían a control poblacional de especies exóticas invasoras y el resto, a diferentes muestras para analizar.
Por grupos taxonómicos destacaron de forma mayoritaria los ingresos de aves, suponiendo un 89 por ciento de las entradas, seguido de un 9% de mamíferos. Las especies de aves de las que ingresa un mayor número de ejemplares en los centros de recuperación continúan siendo el busardo ratonero, el buitre leonado, el vencejo común, la cigüeña blanca, el cernícalo vulgar y el milano real.
INGRESOS. En 2022 las causas mayoritarias de ingreso en Castilla y León fueron la recogida de pollos y crías del año, suponiendo alrededor del 35 por ciento de las entradas, y los traumatismos indeterminados, siendo el 15 por ciento del total. Dentro de los traumatismos en los que se identifica el origen, la Consejería de Medio Ambiente destaca las electrocuciones y colisiones con tendidos eléctricos, habiéndose recibido durante 2022 un total de 642 ejemplares, lo que representa el diez por cientos de los ingresos, y los atropellos, que suponen el once por ciento con 662 ejemplares recogidos por este motivo.
Otras causas significativas de mortalidad no natural de fauna silvestre son las colisiones con aerogeneradores que suponen el siete por ciento de las entradas, con 427 ejemplares recepcionados en los centros en 2022, las colisiones con cristaleras que suponen el cuatro por ciento de los ingresos y los disparos con 49 ejemplares ingresados. En este último caso, se produjo un descenso de los ingresos respecto al año anterior (cuatro por ciento menos).
En relación a los ingresos de especies amenazadas durante 2022, decir que entró en la red un total de 465 ejemplares, incluyendo tanto animales vivos como muertos y destacan por su número los 294 ejemplares de milano real, los 79 de aguilucho cenizo, los 40 de buitre negro y los treinta de águila imperial.
También llegaron a los centros cinco osos pardos, cinco cigüeñas negras, cinco sisones, tres alimoches y un águila perdicera.
REGISTROS. De las 3.857 entradas de ejemplares vivos en la red de centros, se liberó a más de la mitad, 2.090, un porcentaje similar al de años anteriores, aunque cabe destacar un aumento respecto al año 2021 situándose cercano al 55 por ciento.
Desde 2017 se ha registrado un incremento cercano al 34 por ciento en los ingresos de ejemplares vivos y de aproximadamente el 21 por ciento en las entradas de cadáveres en la red de CRAS de Castilla y León.