Fernando Jáuregui

TRIBUNA LIBRE

Fernando Jáuregui

Escritor y periodista. Analista político


Diez errores que Pedro Sánchez cometerá en 2025

06/01/2025

Y sí, los cometerá, con bastante probabilidad. Creyendo que le fortalecen en su permanencia en La Moncloa, pero olvidando el deterioro que producirán a medio plazo en su persona y, desde luego, en la gobernación del país. El primero de estos errores, a mi juicio, será el de no convocar elecciones generales mientras el desgaste del Gobierno aún sea relativamente leve y pueda aspirar a ganarlas. De ese error se derivan los otros nueve.

Aferrarse a la permanencia de Álvaro García Ortiz como fiscal general es la segunda de las equivocaciones serias del presidente del Ejecutivo. El fiscal, independientemente de que merezca sanciones penales o no (yo pienso que no), es un peso muerto, piedra de escándalo: se ha convertido en casi un ministro más. Cualquier nuevo informe de la UCO, y puede que los haya, acabará de hundirle. Por lo mismo, cuarto error, empecinarse en las actuales fórmulas de defensa del honor de su cónyuge, limitándose a atacar a algún juez y a varios medios, puede poner a Sánchez en un compromiso muy serio en caso de futuras revelaciones y comparecencias judiciales, por más que tampoco aprecie yo aquí responsabilidades penales, aunque sí políticas, éticas (y estéticas).

Error grave, el quinto, es, siempre a mi juicio naturalmente, no hacer una remodelación a fondo de su Consejo de Ministros. Se necesita una crisis de Gobierno que afecte también a las vicepresidencias y a varios/as ministros/as que, a o están 'quemados'/as o claramente no han dado la talla. Lo mismo puede decirse del mantenimiento de la estructura directiva del PSOE, incluyendo los candidatos autonómicos-ministros: una estructura en la que, por cierto, Santos Cerdán no debería permanecer ni un minuto más como 'número tres', aunque haya sido ratificado por el reciente congreso del partido. Y menos aún mantenerle como negociador ante Puigdemont, a quien, sexto error, de ninguna manera debería ir a visitar Sánchez.

La organización del 'cincuentenario de Franco' (ya sé que no es tan simple, pero usted me entiende: la democracia no se defiende así, a base de actos polémicos), en una especie de afirmación postiza 'de izquierdismo' es, sin duda, séptimo, otro fallo grave de estrategia y que crispará el ambiente. Como lo es, octavo, no recibir en La Moncloa al líder de la oposición, manteniendo un 'frentismo' y un muro a mi modo de ver muy desaconsejables, sea cual sea el comportamiento de esta oposición. Por lo demás, Sánchez, que ha tenido algunas actuaciones muy positivas en política internacional, habría de armarse, y a sus ministros, ante lo que viene, todo un 'nuevo orden mundial', según el titular dominical de portada a toda página del periódico que más apoya al Gobierno; pero la mayor parte de su tiempo se va, noveno, en actuaciones internas para mantenerse en el poder.

El décimo error que, en mi recuento ya digo que muy personal, subrayaría es el de no empeñarse en ofrecer una imagen de respeto a la legalidad más estricta y al fomento de una democracia progresiva en lugar de aferrarse al 'más de lo mismo', el garrotazo y tentetieso en aras de una 'resiliencia' cada vez peor entendida. Ya sé que los periodistas en general, y seguramente yo en particular, no somos quiénes para dar consejos al poderoso, ni lo pretendo. Simplemente, ejerzo la que creo mi obligación de observador para enumerar un previsible futuro. Un futuro, centrado en este decálogo, desafortunado y me temo que bastante previsible, salvo las sorpresas de rigor, que aquí, por supuesto, nunca pueden descartarse.