Ester Urraca Fernández (Palencia, 1968) puso fin en noviembre a su etapa como presidenta del Colegio Oficial de Graduados Sociales de la provincia, que se prolongó durante 25 años. Pero este adiós no conllevó un abandono de su actividad en la institución colegial. Es vicepresidenta en una junta directiva presidida por la joven Andrea Castrillo y vocal en la comisión permanente del Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados Sociales de España.
Por otro lado, cabe destacar que su trayectoria en el colegio palentino es más prolongada, ya que también fue su secretaria en la década de los 90 del siglo pasado, primero de la comisión gestora que dirigió los primeros pasos de la organización tras escindirse del madrileño (en el momento que era la graduada ejerciente más joven) y, posteriormente, de la junta electa.
¿Qué balance de toda su trayectoria al frente del Colegio Oficial de GraduadosSociales de Palencia?
Creo que uno positivo. Todos tenemos luces y sombras en los cargos, pero me quedo con lo primero, con todo lo que he aprendido de mis compañeros, que me han dejado ejercer la presidencia. Durante la misma, se consiguió que el colegio tuviese relevancia a nivel institucional y se organizaron actos formativos y sociales. Además, me quedo con el muy buen trabajo y lo imprescindible que fue la institución durante la pandemia de coronavirus para el resto de compañeros, ya que creamos un grupo de trabajo en el que nos comunicábamos las novedades que surgían casi minuto a minuto.Se creó una buena sinergia.
Explica que quiere quedarse con las luces de su largo mandato. ¿Qué momentos destacaría?
En primer lugar, el congreso de Relaciones Laborales que organizamos de manera conjunta con la facultad de Ciencias delTrabajo. Se celebró en el centro cultural de la Diputación y tuvo muchísima acogida.Creo que hasta el momento, ha sido el único. En segundo lugar, tuvimos conferencias en Palencia de personas tan relevantes como María Luisa Segoviano, actual miembro del Tribunal Constitucional, y otros magistrados del Tribunal Supremo que nos impartieron formación.
Pero, sobre todo, destacaría que la mayoría de los expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE) que se tramitaron y nos permitieron a las empresas y los trabajadores sobrevivir fueron gestionados por graduados sociales. Pienso que fue un punto de inflexión que provocó que la administración nos tomara en consideración como profesión esencial que fuimos.
En relación con la pandemia, el presidente del Colegio Oficial de GraduadosSociales de Pontevedra, Raúl Gómez, llegó a afirmar que eran «un pilar del estado del bienestar». ¿Coincide con él?
Sí, coincido con él. En pandemia fuimos quienes tramitamos la mayoría de los ERTE y de las prestaciones por desempleo. Fuimos declarados profesión esencial y el Ministerio de Trabajo mantuvo una relación constante día a día con nuestro Consejo General de cara a las normas, aclaraciones, interpretaciones y todo lo que íbamos detectando.
Pero un graduado social también interviene en las prestaciones de los trabajadores, interviene en que la empresa haya realizado las cotizaciones correctamente para no llevarse sorpresas al final o en medio de nuestra vida laboral, e interviene cuando hay un problema en el Juzgado de lo Social. Por lo tanto, si lo que llamamos estado de bienestar es la obtención de esas prestaciones correctamente, somos un pilar básico.
Por el contrario, ¿recuerda algún momento que no le hubiera gustado vivir?
Hemos reclamado en fechas recientes más colaboración de la administración y que esta fuera más humana. Ahora todo es digital y eso afecta a los ciudadanos y a nosotros como profesión. Por ello, las reivindicación de los compañeros son la humanización de la administración y la atención directa por parte de los funcionarios.
¿Cuáles de sus reivindicaciones a las administraciones se convirtieron en una realidad?
En el ámbito judicial, durante mi presidencia logramos en el antiguo edificio del Banco de España un local y tener las togas junto con el resto de profesionales, como no podía ser de otra manera. Con la TesoreríaGeneral de la Seguridad Social creamos un grupo de trabajo que nos reuníamos trimestralmente y respecto la Oficina Territorial de Trabajo y del Servicio Público de Empleo (SEPE) también manteníamos encuentros periódicos en los que nosotros informábamos de las incidencias y, a través del colegio, se resolvían a los compañeros.
¿Se dejó algún asunto en el tintero que le hubiera gustado resolver?
Durante mi mandato, pero fruto del trabajo de toda España en el Consejo General, conseguimos tanto el uso de la toga como el acceso al recurso de suplicación en la jurisdicción social.Son dos hitos muy importantes de la profesión, pero en el tintero quedó el acceso de los graduados sociales a la Ley de Justicia Gratuita como tienen otras profesiones jurídicas y que en Palencia hubiésemos sido capaces de implantar una oficina de información sociolaboral gratuita para el ciudadano. Esta es una de las grandes sombras.
¿Cómo cambió la profesión en estos últimos cinco lustros?
En la jurisdicción social hemos pasado de actuar sin toga, fuera de estrados y sin el reconocimiento de ser profesión jurídica, a llevar toga, estar en estrados, a acceder al recurso de suplicación y a estar incluidos en la Ley del Poder Judicial como una de las tres profesiones jurídicas junto con abogados y procuradores.
En el tema de asesoramiento hemos pasado casi de la transmisión de datos de los trabajadores en papel a que sea todo telemático, lo que provoca que echemos de menos, a veces, ver la cara de la administración. Además, la profesión ha evolucionado hacia los recursos humanos y ya hay muchos compañeros que son directores de recursos humanos.
¿Todas estas variaciones fueron positivas o negativas?
En el ámbito de laSeguridadSocial, la administración tiene ahora datos más fiables en menos tiempos, se reduce la posibilidad de que se comentan errores yeso influye en las prestaciones y las cotizaciones de los trabajadores. Pero ahora mismo no tenemos desconexión digital, ya que las notificaciones nos llegan durante las 24 horas del día y los 365 días del año. Por eso, una de nuestras grandes reclamaciones es el derecho a la conciliación y a desconectarnos.
¿Cuántos graduados sociales colegiados hay en Palencia?
Somos unos 60, si bien están ejerciendo en torno a una veintena.Es un número que se mantiene casi invariable a lo largo de todo mi mandato, si bien espero que con la nueva presidenta, que es muy joven, se incorporen nuevos graduados sociales al colegio.
¿Cuál es el perfil de un graduado social?
Es una profesión muy dirigida a las personas.Estamos presentes en los ámbitos más importantes de su vida: en el inicio de la relación laboral, cuando causan cualquier tipo de prestación, ya sea jubilación, paternidad o maternidad, y cuando tienen problemas en las relaciones laborales.Por otro lado, en la empresa, nuestros clientes son en su mayor parte pequeñas y medianas empresas (pymes) y hacemos de departamento deRecursos Humanos, con lo cual contribuimos a que haya un buen clima laboral.
En Palencia, la media de edad está en torno a los 50 años, si bien esperamos que se renueve. Además, entre los ejercientes, la mitad somos mujeres y la otra mitad, hombres.
¿Es una profesión que despierte el interés de la juventud?
Nos cuesta mucho que los egresados se colegien a pesar de que en Palencia se imparte el grado de Relaciones Laborales. Es un mal endémico de todas las profesiones colegiadas en este momento. Por esta razón, estamos trazando un plan estratégico dirigido a transmitir a los jóvenes la necesidad de colegiarse cuando terminan sus estudios universitarios.
Fue sustituida en el cargo por Andrea Castrillo. ¿Qué espera de la nueva presidenta?
Que siga con el compromiso que hasta ahora viene teniendo.Por su juventud tiene una energía desbordante y tiene en cartera muchas actuaciones, como acercar el colegio a la universidad. Ella estudió aquí y eso lo facilita mucho. Tiene unas relaciones estupendas con la universidad y espero que tenga muchísimo éxito y que consiga todas las cuestiones que están en el tintero, incluida la oficina de información sociolaboral.
¿Cuál es su papel en el colegio en estos momentos?
Actualmente, soy la vicepresidenta por decisión de la presidenta. Me quedo para ayudar, sobre todo por la experiencia. Estoy totalmente a su disposición.
Comenta que una de las grandes reclamaciones de los graduados sociales en estas fechas era entrar en el turno de oficio como están los abogados. ¿Por qué quieren que se les incluya?
Creemos que si la Ley Reguladora de la JurisdicciónSocial permite tanto a empresas como a trabajadores ir representadas técnicamente por un graduado social, la Ley de Justicia Gratuita no puede vetar esta posibilidad a los justiciables porque somos una profesión jurídica con una preparación en materia laboral y de Seguridad Social mucho más amplia, a priori, que en otros grados porque solo estudiamos ese área. Entendemos que no se puede hurtar, como decía, a los trabajadores que sea un graduado social quien les represente.
¿Qué ventajas ofrecería un graduado social a un justiciable que necesita de la justicia gratuita?
El estar atendidos por un profesional especialista en esas materias de trabajo y de Seguridad Social.
¿Tienen otras peticiones desde esta profesión?
La otra gran reclamación de los graduados sociales es acceder al recurso de casación ante el Tribunal Supremo. La vamos a presentar próximamente al ministro de Justicia. Estamos trabajando ya con diferentes grupos políticos para enmendar la ley y que se nos incluya.
Ademas, tenemos un plan de cara a enfocar la profesión al siglo XXI en diversos ámbitos, como la mediación. Estamos trabajando también para que los graduados sociales actúen como mediadores. Gran parte de nuestra labor es mediar en nuestros despachos y es una cuestión que se está potenciando desde el Consejo General. Próximamente, pondremos en marcha el curso para que se nos dé acceso a esa mediación, tanto intrajudicial como extrajudicial.
¿Las huelgas y los retrasos en la Administración de Justicia han afectado a los graduados sociales?
Sí, han afectado a la profesión en la misma medida que al ciudadano y creo que todavía no lo hemos superado. Estamos viendo asuntos en la jurisdicción social con un retraso considerable sobre lo que venía siendo habitual y eso nos provoca a veces un sentimiento de culpa porque llevamos dos años y todavía no tenemos su resolución completa. Creo que es un tiempo excesivo para una jurisdicción que tiene que ser mucho más ágil que cualquier otra.
¿Y los cambios en materia laboral que se están proponiendo?
Sí. En primer lugar, porque somos microempresas y tenemos trabajadores en los despachos. En lo referente a la profesión, también nos están afectando porque crean gran inquietud, tanto entre empresarios como trabajadores, y se multiplican las preguntas en las oficinas. A veces, esas cuestiones son como globos sonda que suelta el legislador y, al minuto, cuando nos llaman para preguntar muchas veces no tenemos esa información. Sí que disponemos de los proyectos de ley, pero son eso. Luego sufren modificaciones y no nos podemos aventurar a dar una opinión experta o especialidad sobre un proyecto de ley. Lo que sí que pedimos al legislador y así se lo hemos rogado encarecidamente es que sean claros en la técnica legislativa, que nos genera, a veces, un montón de controversias, tanto en despachos como en las empresas, lo que provoca que haya que acudir a la jurisdicción social para que un juez resuelva.
¿El legislador tiene en cuenta las opiniones del colectivo a la hora de hacer cambios en la normativa laboral?
Hasta ahora sí que habíamos estado un poco olvidados por el legislador, pero a nivel nacional en estos momentos mantenemos diversos grupos de trabajo en la Administración de Justicia. Además, la Ley de Eficiencia y Eficacia procesal se está trabajando codo a codo con el Ministerio y la declaración de ciertos días inhábiles en Navidad también fue fruto de una negociación con los graduados sociales.
En el Ministerio de Trabajo no tenemos un grupo definido como tal, pero sí estamos en contacto directo con las distintas direcciones generales, así como la Tesorería General de la Seguridad Social, que cuando va a implantar una norma nos suelen sondear. Muchas veces, el éxito de que se implante depende de los graduados sociales, ya que somos los grandes colaboradores de la Justicia.
En el último grupo de trabajo que hemos entrado está en el Ministerio de Administraciones Públicas para la desconexión digital y para tener una administración pública del siglo XXI.
¿La sociedad reconoce el trabajo de un graduado social?
En general, valora el trabajo de los graduados sociales, aunque muchas veces no sepa que es un graduado social la persona que le ha atendido en un despacho, que gestiona su negocio o que ha acudido con él al Juzgado de lo Social. Muchas veces nos llaman abogados laboralistas y no lo somos.Somos graduados sociales y estamos muy orgullosos, aunque también nos llamen asesores y gestores.
Quizá un poco de culpa tengamos los propios profesionales. Hace falta que nosotros mismos difundamos que somos graduados sociales y que no nos presentemos como asesores, que también lo somos, pero somos graduados sociales.
Por otro lado, tampoco ha ayudado no tener una imagen definida. Ahora, desde el Consejo General se ha definido una imagen corporativa para toda España y ya está dando sus frutos.También tenemos mucha más presencia en redes sociales, que actualmente son el canal de transmisión hacia la sociedad, sobre todo hacia la parte más joven de ella. Además, se van a distribuir unos logos a los despachos para que a todos los graduados sociales se nos pueda identificar perfectamente.
Por último, recomendaría a un joven estudiar Relaciones Laborales y Recursos Humanos?
Claro, yo soy una enamorada de mi profesión y la recomendaría porque es una profesión de futuro. Recuerdo que los más agoreros decían que íbamos a desaparecer y está sucediendo lo contrario.Somos más necesarios que nunca por nuestros conocimientos especializados y porque intentamos abrir la profesión a nuevas competencias. Estamos cada vez más implantados en los ámbitos de los recursos humanos y de la prevención de riesgos. Por lo tanto, es una profesión con paro cero y quien quiera puede trabajar y dedicarse a las personas. Además, estos estudios los tenemos enPalencia.
¿En qué cuestiones tendría que poner especial cuidado la persona a la que aconsejaría que siguiera sus pasos?
El primer paso que tendría que dar es colegiarse para que esté amparado por un colegio. También tiene que tener mucha dedicación, mucha ilusión y ser muy profesional y muy minucioso en el trabajo porque afecta a ámbitos esenciales de la vida de las personas.