Una tradición de siglos se celebra desde finales del XVII en Carrión, concretamente el primer domingo del año. Es la festividad del Bautizo del Niño que organiza la Cofradía de Dulce Nombre de Jesús con la misa en la iglesia de San Andrés y la procesión del Niño.
La tradición de la cofradía del Dulce Nombre de Jesús se remonta al s. XVII, quizá antes. Tiene una antigüedad como la fiesta del Bautizo del Niño de la capital y su fiesta se celebra, como marca la liturgia, el primer domingo del año con la misa y procesión del Bautismo de Jesús en la iglesia de San Andrés Apóstol.
La cofradía está formada por nueve cofrades vestidos con capa castellana y el ochavín con su traje típico. Después de la misa mayor comienza la procesión con el estandarte de la cofradía, la imagen del Niño Jesús en la cruz que es llevada en andas por los cofrades por las calles de Carrión, saliendo de la plaza de San Andrés, calle de Moisés Santos, Esteban Collantes y plaza de la Constitución, donde regresas a su partida por el mismo recorrido.
La imagen que procesiona es relativamente moderna, de mediados del siglo XX. Fue el párroco Vicente quien compró esta talla, pero la imagen antigua del Niño de esta cofradía se conserva en el altar lateral de la nave izquierda, una talla del siglo XVII, vestida. Se supone que cuando se compró la actual, se dejó de procesionar la anterior.
Terminada procesión, en los entornos de la iglesia de San Andrés, es tradición tirar caramelos a la salida de la iglesia a la multitud congregada en la plaza. La cofradía del Dulce Nombre de Jesús, popularmente conocida como la cofradía del Niño también participa en la Semana Santa, en los oficios religiosos junto con la cofradía de la Vera Cruz y procesiona el paso de la Oración de Jesús en el Huerto, el Jueves y Viernes Santo. Cada año el cofrade mas antiguo deja la cofradía dando paso a la incorporación de uno nuevo, imponiéndole la medalla de la cofradía. Al cofrade le impone la medalla del párroco y hace la promesa de voto a las reglas de la cofradía.