Mayores y niños se unen para preservar juegos tradicionales

DP
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El recopilatorio 'Jugando entre recuerdos' reúne diez pasatiempos típicos de entre los años 20 y 60 del siglo pasado para mostrárselos a los escolares «y salgan a la calle y dejen las pantallas»

Mayores y niños se unen para preservar juegos tradicionales

El Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) del Ayuntamiento de Palencia, que atiende a cerca de 500 usuarios, ha impulsado una iniciativa para revivir los juegos tradicionales de antaño. La empresa gestora del SAD, Senior Servicios Integrales (filial de Clece), ha recopilado en la revista Jugando entre recuerdos diez pasatiempos típicos de entre los años 20 y 60, basados en las memorias de los mayores. Este proyecto destaca la importancia de los mayores como transmisores de sabiduría y cultura popular, promoviendo el aprendizaje a través del juego tradicional.

Durante la presentación en el salón de plenos del Consistorio, Laura Cantero, delegada social de Clece en la zona Noroeste, subrayó que el objetivo es que los niños «salgan a la calle, dejen las pantallas y vuelvan a la esencia del juego». La revista recopila actividades sencillas que se realizaban con los recursos disponibles, estimulando la imaginación y creatividad. Charo García, delegada del Área de Bienestar Social, destacó que esta guía es «la llave maestra que abre el baúl de los recuerdos», permitiendo que los juegos que marcaron a una generación no caigan en el olvido.

Entre las historias recogidas en el recopilatorio, se encuentran testimonios como el de Carmen Pastor, de 94 años, que recuerda jugar a «la teja» o rayuela con sus amigas. Catalina Toledo, de 100 años, rememora las tardes lanzando alfileres a un círculo para encajarlos con precisión. También se recoge el recuerdo de Justo Santos, quien jugaba con su grupo de amigos mientras un pequeño cordero correteaba a su alrededor.

El proyecto busca continuidad al distribuir la revista en centros educativos de Palencia, empezando por el Colegio Marista. Su director, Javier Pozo, explicó que se integrará en el proyecto escolar «Con P de Palencia», que promueve el conocimiento de la historia, cultura y tradiciones locales. Pozo expresó su deseo de que los alumnos adopten estas propuestas y que los juegos tradicionales vuelvan a popularizarse en los patios de recreo.

Además de recuperar el patrimonio cultural, el juego tradicional tiene importantes beneficios para el desarrollo cognitivo y motor. Jugar estimula la creatividad, ayuda a socializar, mejora la gestión de la frustración y fomenta la resolución de conflictos. También activa los sentidos, mejora las habilidades motrices y contribuye al bienestar emocional. Estas experiencias se transmiten de generación en generación, creando recuerdos afectivos que permanecen en la memoria a largo plazo.

Este proyecto no solo revive una forma de entretenimiento que marcó a generaciones pasadas, sino que también refuerza los lazos intergeneracionales y promueve una forma sana y activa de divertirse.