Los pasos a nivel y vías férreas de Palencia han sido escenario de graves accidentes en las últimas décadas, dejando un saldo de siete fallecidos y tres heridos en los casos más destacados registrados desde 2006. Además del ocurrido ayer, en el que fallecieron dos hombres, un portugués de 37 años y un ciudadano de la India, de 40, trabajadores de las obras del AVE, tras ser arrollado el turismo en el que viajaban a la altura del kilómetro 304,180 de la vía férrea en un cruce con el camino entre Monzón y Husillos, en un paso provisional por obras en sentido Cantabria, hay que contabilizar otros cuatro accidentes graves, tres de ellos mortales. 

Uno de los que mayor impacto social tuvo ocurrió el 7 de febrero de 2017, cuando dos jóvenes de 22 y 21 años, residentes en Villamuriel de Cerrato y Venta de Baños, fallecieron tras ser arrollados por un tren Alvia en el paso a nivel del barrio de la Azucarera, junto a la estación de Monzón de Campos. El vehículo en el que viajaban fue embestido por el convoy Madrid-Santander y arrastrado más de 50 metros, quedando completamente destrozado. Las víctimas fueron despedidas a varios metros del lugar del impacto debido a la violencia del choque, con trenes que circulan en ese tramo a más de 100 km/h. Este paso a nivel, regulado con semibarreras automáticas, se encuentra en la carretera P-991, que une Monzón con Husillos, donde los jóvenes se dirigían a un merendero familiar. El accidente conmocionó a la comunidad, ya que uno de los fallecidos era nieto de la exparlamentaria del Partido Popular Celinda Sánchez e hijo de José María González, una persona muy conocida en el ambiente taurino.

Otro trágico suceso ocurrió el 10 de septiembre de 2012, cuando un tren de mercancías arrolló un Volkswagen Golf en Espinosa de Villagonzalo. El coche se había salido de la carretera PP-2331 y volcó sobre la vía férrea Palencia-Santander, dejando dos fallecidos, el conductor y su acompañante, y dos heridos que fueron trasladados al hospital Río Carrión. 

El 28 de mayo de 2006, otro accidente similar se produjo en Guardo, cuando un todoterreno fue arrollado por un tren de pasajeros en un paso a nivel sin barreras en la carretera CL-626. La conductora, de 48 años, falleció en el acto cuando su vehículo fue embestido por un convoy de la línea FEVE León-Bilbao. Este tipo de cruces, sin barreras, representan un mayor riesgo, especialmente en tramos de vías con poca visibilidad, como el que conecta la carretera CL-626 con las líneas ferroviarias de la zona.

Mejor suerte corrió un hombre, M.M.F. de 63 años, que resultó herido muy grave al ser arrollado su turismo por un tren Alvia en el paso a nivel sobre la línea Madrid-Hendaya en el límite del casco urbano de Magaz de Pisuerga el 8 de mayo de 2017. El hombre fue evacuado por una UVI móvil hasta el Hospital Río Carrión.. 

En total, cinco accidentes que suman siete fallecidos y tres heridos en un período de poco más de una década.