La ciudad de Palencia saldó ayer su deuda histórica con Felino Fernández de Villarán, el alcalde que impulsó la construcción de la plaza de abastos, a cuya inauguración no pudo asistir el 8 de octubre de 1898 tras abandonar la ciudad con destino a México un año antes de su puesta en funcionamiento.
El regidor capitalino regresó ayer a su ciudad natal 125 años y un día después (el Ayuntamiento trasladó la celebración al coincidir la efeméride en festivo) en forma de representación teatral. En ella se escenificó con gran acierto, rigor histórico (todos los datos aportados eran reales) y todo lujo de detalles aquel acontecimiento histórico que los palentinos de la época entendieron como un «símbolo de pura modernidad» y colocaba a Palencia a la altura de otras urbes europeas.
Un paso más hacia la modernidad en el casco histórico de una capital en plena expansión, en unos momentos en los que la nueva calle Mayor comenzaba a cobrar vida y el palacio provincial abriría sus puertas ocho años después.
«Acérquense todos. Bievenidos a la inauguración de la plaza de abastos». Así comenzó el relato en el acceso principal desde la calle de Joaquín Costa de Fernández de Villarán, interpretado por Emilio Seco; su esposa Filomena Sendino, que encarnó Cristina Hilenia; y el reportero de El Diario de Palencia (hermano mayor de Diario Palentino, que ya tenía 17 años de vida cuando se inauguró la plaza de abastos), en cuya piel se metió el actor Marcos Viral.
Los tres jóvenes llevaron las riendas de una entretenida visita guiada en la que recorrieron gran parte del mercado, donde sorprendieron con sus ropas de época a los clientes habituales, compartieron algunas impresiones con varios de los comerciantes allí instalados -tres de ellos vestidos igualmente de época- y desvelaron algunos datos curiosos desconocidos por el gran público sobre la construcción.
Entre ellos, hablaron de la fuente que daba servicio a los primeros tenderos antes de instalarse el agua corriente, explicaron que «se construyó sin una sola soldadura» y que el inmueble se asemeja a una estación de tren en sus formas. Además, detallaron que el arquitecto Juan Agapito y Revilla se inspiró en el Palacio de Cristal de Madrid, -«uno de los referentes de la arquitectura modernista de aquellos años», señalaron los actores- e hicieron referencia a los azulejos que decoran la fachada, en las que se recogen las profesiones de los primeros tenderos del centenario mercado.
La visita incluyó la degustación de un plato tan típico de Palencia como las sopas de ajo. En total, del orden de 300 raciones elaboradas in situ por Víctor Carranza, conocido popularmente como Rural Chef.
Un viaje en el tiempo a bordo de un enorme ferrocarril de hierro, cristal y zinc (este es el material empleado para la decoración) hasta los confines del siglo XIX en el que se embarcó un buen número de palentinos, entre los que se encontraba la concejala de Impulso Económico, Judith Castro.
«El mérito de la plaza es que 125 años después se sigue dedicando a lo mismo y eso es gracias, entre otras cosas, a que se están ofreciendo productos de calidad que el cliente demanda», destacó la edil, que adelantó algunas de las mejoras que se están tratando ya con los comerciantes y que verán la luz en las próximas fechas.
Entre ellas, hizo especial mención a la instalación de taquillas inteligentes, de tal manera que los clientes puedan recoger en ellas las compras. Un paso más en la modernización de las instalaciones que se financiará con cargo a una subvención destinada a la regeneración urbana comercial.
EXPOSICIÓN Y FLORES
Los actos conmemorativos del 125 aniversario continuarán los días 15 y 20 de diciembre, de 11,30 a 13,30 horas, con una cata de productos en la que los propios puestos ofrecerán una selección de sus productos para que los estudiantes de cocina en el instituto Virgen de la Calle elaboren recetas que podrán degustar clientes y visitantes. Además, los alumnos, han elaborado unos trípticos conmemorativos que repartirán entre los presentes.
Por otro lado, entre el 15 y el 17 se celebrará un Mercado Floral Navideño, con la floristería Fotosíntesis y el vivero Los Enebros. En este caso, se instalarán un par de casetas en la calle de José María Hernández en horario de 12 a 14 horas y de 17 a 20 horas al objeto de dinamizar la zona con una actividad «vistosa y alegre como es la venta de flores y plantas», destacó Castro.
Por último, del 18 de diciembre al 18 de enero, de los pasillos de la dotación comercial y El Cubo colgará una selección de fotografías antiguas bajo el paraguas de la exposición Plaza Abastos, 1.898.