Las casas de apuestas se expanden hasta las 116 en tres años

David Alonso
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Las asociaciones de jugadores rehabilitados piden a la Junta que trate a la ludopatía como una adicción mientras que la oposición acusa a la Junta de poner una «alfombra roja» a estos establecimientos

Haga memoria. Es fácil que durante las últimas 24 horas haya visto algún anuncio que le invite a realizar algún tipo de apuesta deportiva. Bien sea presencial o por internet, y con alguna cara conocida como gancho. Es un hecho, el bum de las casas de apuestas ha llegado para quedarse, y en Castilla y León la cifra de establecimientos dedicados a este tipo de juegos presenciales se ha multiplicado durante los últimos años, pasando del medio centenar en 2015 a los 116 que tiene registrados en la actualidad la consejería de Presidencia en todo el terreno autonómico. Un  despliegue masivo que, si en el caso de los salones de juego tradicionales ha duplicado su número, pasando de 47 a 96 en tres años, más exponencial es el de las casas de apuestas deportivas, que desde 2015 se han multiplicado por siete, pasando de tres a veinte. Algunas marcas como Luckia,Codere o Sportium, las más potentes en España, ya han desembarcado en la Comunidad con varios establecimientos o córners de apuestas en las principales ciudades y grandes municipios. 

Una situación que, a pesar que desde la Junta de Castilla y León reconocen que no es un problema y que está «controlado», desde la oposición y las asociaciones de jugadores rehabilitados alertan de la problemática que esto puede desencadenar. De hecho, durante los últimos meses se ha visto en la Comunidad distintos movimientos y protestas en las grandes capitales avisando de la proliferación de estos locales y de las consecuencias para la juventud de los barrios. 

Al respecto, el presidente de la Federación Castellana y Leonesa de Jugadores de Azar Rehabilitados, Ángel Aranzana, criticó que las casas de apuestas «no escogen su ubicación al azar, sino con premeditación y alevosía». «El juego supone un problema progresivo tanto en España como en Castilla y León», lamenta Aranzana. Una denuncia que ha llevado a la asociación, junto a Izquierda Unida, a presentar ayer una PNL en las Cortes para que la ludopatía se considere como una adicción dentro del Plan de Drogas de Castilla y León. De esta forma, Aranzana denunció que la región es de las pocas que no tienen la ludopatía en sus planes regionales, y aviso que su inclusión facilitaría una atención integral a la población afectada, así como acciones de prevención  entre la población infanto-juvenil.

Precisamente, el Ejecutivo regional aprobó recientemente una modificación de varios decretos de regulación del juego que simplifican los procedimientos y reducen las cargas administrativas a aquellas empresas del sector que se quieran instalar en la Comunidad. Aunque la norma incluye la prohibición de abrir una casa de apuestas o salón de juego a menos de 100 metros de un centro escolar, desde la oposición han criticado la postura del Gobierno regional por considerar que se trata de «una alfombra roja» a estos locales.

Para Aranzana, al «creciente número de casas de apuestas», que se han visto «favorecidas» por la nueva Ley de Juego, están detrás del incremento de casos de ludopatía registrados en la Comunidad. Sin embargo, el número de castellanos y leoneses inscritos en el registro de prohibidos -aquellos jugadores que piden ser apuntados en un registro para que se les prohiba entrar en locales de juego- descendió el pasado año hasta los 613.