El presunto conseguidor del caso Koldo tira de la manta. Víctor de Aldama compareció ayer a petición propia para colaborar con la Justicia y poder optar así a la libertad provisional. Se encuentra en prisión por un supuesto fraude de 182 millones de euros en una trama de hidrocarburos y su gesto espera que sea interpretado como de buena fe por el magistrado. De momento, la Fiscalía Anticorrupción ha pedido al juez de la Audiencia Nacional (AN) Santiago Pedraz que lo ponga en libertad, algo que tendrá resolución en las próximas horas.
El testimonio del supuesto conseguidor no solo puede dejarle en la calle, sino que ha provocado una buena sacudida en el tablero político en una legislatura demasiado marcada por acuerdos complejos y tensiones entre los socios de Gobierno. Según su testimonio, Víctor de Aldama pagó en comisiones 400.000 euros en efectivo al exministro José Luis Ábalos y otros 250.000 a Koldo, y garantiza que Pedro Sánchez le pidió hacerse la foto en agradecimiento a sus gestiones por un contrato ferroviario «muy importante» en México.
Ni medio segundo ha tardado el PSOE en salir a desmentirlo todo, anunciando que se querellarán contra Aldama. El propio Pedro Sánchez ha valorado su declaración, subrayando que «en lo que respecta a mí, al Gobierno y al PSOE es categóricamente falso» y que son las afirmaciones de «un personaje», «un presunto delincuente» que no tiene crédito alguno, señalando como «inventada» la supuesta relación personal que Aldama justifica con una fotografía de ambos.
Nada que ver con el testimonio del empresario, que dice que fue Sánchez quien pidió conocerle y le agradeció personalmente «lo que estaba haciendo». La cosa no queda ahí. El presunto conseguidor ha tenido para todos, y también ha sostenido ante el juez que la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, estuvo en al menos una reunión con él y con Teresa Ribera por la España vacía.
Con el río así de revuelto no extraña que el Partido Popular saque la caña. Alberto Núñez Feijóo volvió a pedir de nuevo la dimisión de Sánchez y se ofreció a los socios de Gobierno del PSOE para explorar una moción de censura. «Si alguno quiere acabar con todo esto que sepa que estoy a disposición para abrir una nueva etapa en el país», se dejó querer ayer el líder de los 'populares' a la vez que considera probado que «el Gobierno apesta a mentiras y corrupción, y lo saben ya los jueces que actuarán en consecuencia». «Dimitir, marcharse y dejar en paz a los españoles» es lo que le pide Feijóo a Sánchez, parafraseando las palabras que el socialista le dedicó en su día a Mariano Rajoy. El primer tirón de la manta del presunto conseguidor no ha defraudado, y los ciudadanos merecen conocer toda la verdad de este caso y que se depuren al máximo las responsabilidades.