Mal arranque de 2024. Al aumento de los costes, pese al respiro de los carburantes, los transportistas de Castilla y León suman una menor carga de trabajo, que supuso que movieran por las carreteras un 3,7 por ciento menos de mercancías en el primer trimestre, quedándose en los 35,6 millones de toneladas. Este escenario, temen, podría conllevar una caída de los precios y que las cuentas no salieran este año.
En el conjunto del país, el sector presentó una evolución más negativa, con una caída del 5,63 por ciento, que dejó la cifra total en las 393,99 millones de toneladas ante el mal comportamiento de la demanda interna del país y los intercambios con el exterior, según reflejan los datos recabados por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.
«Estamos preocupados», aseguró a Ical el portavoz de Federación de Empresas de Transporte de Mercancías por Carretera (Fetracal), Óscar Baños, quien explicó que la actividad no termina de arrancar este año. De hecho, la sensación que tienen es que la caída del volumen de trabajo es mayor de lo que reflejan de momento las estadísticas oficiales.
«Estamos muy parados», señaló el representante del sector del transporte de mercancías por carretera en Castilla y León, si bien confío en que la buena cosecha de este año ayude a reactivar la demanda y los camiones comiencen a moverse. De lo contrario, confesó, se producirá una bajada de precios, sobre todo en los servicios no contratados, que surgen de forma esporádica, y que están más afectados por estos vaivenes.
«Ahora en breve, en un mes, tiene que empezar a moverse todo. Estamos en una época clave del año, tenemos la esperanza que a partir de junio haya un repunte de la actividad», explicó el portavoz de los transportistas, quien destacó las mejoras logradas tras las movilizaciones de hace tres años, para lograr la prohibición de la carga y descarga, la reducción de las esperas o que las facturas se pagaran en menos de 60 días.
«Todo ha subido mucho si lo comparas con hace dos o tres años», expuso el portavoz de los transportistas, quien explicó que los combustibles les han dado un alivio, porque los precios han bajado y se están estabilizando, pero añadió que el resto de los costes que soportan han subido en línea con la evolución de la inflación. Entre ellos, citó los gastos de manutención, alojamiento, aparcamiento, así como el precio de los vehículos nuevos.
Igualmente, denunció el mal estado de las carreteras de la red principal que a su juicio presentan una situación «penosa». Por ello, confió en que el «esfuerzo» inversor anunciado por el Gobierno de España se note, porque insistió en que «cada vez están peor». También precisó que están negociando con la Administración las regulaciones de los pesos y los descansos.
Precisamente, tras encauzar las negociaciones entre la Administración y el sector, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) acaban de repasar la actividad de los cuatro grupos de trabajo que abordan los retos de futuro sobre la captación de mano de obra, la descarbonización, la digitalización y la sostenibilidad del sector.
Flujos locales y externos. Más del nueve por ciento de todas las mercancías del país tuvieron como origen o destino a Castilla y León, donde la actividad del transporte por carretera sin embargo pasó de las 37,02 millones de toneladas del primer trimestre de 2023, la cifra más elevada de la última década, a los 35,6 millones acumulados de enero a marzo, en línea con el dato de los tres primeros meses de 2022.
El mercado interno de la Comunidad echó el freno en el primer trimestre en Castilla y León. El flujo de movimientos de mercancías dentro de la Comunidad experimentó una caída del dos por ciento, hasta los 17,19 millones de toneladas. Los transportes dentro de los municipios se dispararon un 9,1%, hasta los 2,15 millones de toneladas, mientras los intercambios entre municipios cayeron un 3,5 por ciento, hasta los 14,97 millones de toneladas.
Los servicios entre Castilla y León y otras comunidades arrojaron un saldo todavía más negativo para el transporte de mercancías. En este ámbito, la caída de la actividad fue del 7,3%, hasta los 16,98 millones de toneladas. De esta cantidad, recibió 8,47 millones de toneladas, un 11,3 por ciento más, y expidió, 8,49 millones, un 20,5 por ciento menos.
Por último, la nota positiva la pusieron los servicios internacionales, que crecieron en el primer trimestre un 24,2% en Castilla y León, con 1,54 millones de toneladas, de las que se recibieron 592.000 kilos, un 0,5% más, mientras lo enviado, creció un 24,02 por ciento, hasta los 1,54 millones de toneladas.