Las viviendas y los apartamentos de uso turístico aumentaron de manera considerable en los últimos años. El Boletín de Coyuntura Estadística de la Junta de Castilla y León, que recoge cada mes los datos más relevantes sobre la evolución de la oferta y de la demanda en sector en la comunidad informó de que en Palencia había registrados 30 inmuebles (19 viviendas y 11 apartamentos) en junio de 2019 y que cinco años más tarde ya eran 107 (91 viviendas y 16 apartamentos). El crecimiento es considerable en el último lustro (hablamos de tres cifras en términos porcentuales), aunque Palencia era y es la provincia con menos alojamientos de este tipo de la región. No partía de cero, pero los números no eran elevados precisamente.
El incremento, y sobre todo la diversificación, de las posibilidades turísticas de Palencia favorecen la llegada de más turistas para admirar lugares como la Montaña Palentina, la catedral y el Cristo del Otero en la capital, las localidades declaradas conjunto histórico (Saldaña, Palenzuela o Cervera de Pisuerga son algunas de ellas) o puntos llamativos por sí solos como la Villa Romana La Olmeda de Pedrosa de la Vega, la iglesia de San Martín de Frómista y el monasterio de San Zoilo de Carrión de los Condes, por poner algunos ejemplos del importante patrimonio de la provincia.
La razón es sencilla. La variedad de alojamientos permite llegar a un público más numeroso y variado. Quizá había familias que no se acercaban a la provincia porque no encontraban una vivienda turística o un apartamento a su gusto. Además, pernoctar en una infraestructura de este tipo es una tendencia que están ganando mucho interés entre los viajeros y Palencia no se podía quedar atrás en este aspecto. Eso sí, siempre sea de forma legal y controlada. Una casa que dejó de estar en alquiler para un residente y pasó a estar de forma ilícita para el turismo influye negativamente en el asentamiento de población y en la economía. En este punto tendrían que mover ficha ya las administraciones para que quede todo regulado, no sea que algún día se produzcan problema.
La competencia desleal hará daño al resto de negocios de un sector que cada vez es más interesante para la provincia. Un buen equilibrio entre viviendas de uso turístico, apartamentos y los clásicos hoteles, hostales, casas rurales y cámpines beneficiaría a Palencia. Y eso es lo que queremos todos, que la capital y el resto del territorio sigan mirando hacia adelante. Lo deseable es que toda la oferta sea de calidad para que los turistas volvieran en más de una ocasión y que un año se adentraran en el Canal de Castilla; otro, en las bodegas del Cerrato. Será por opciones.