La Asociación Salud Mental (Feafes) participó ayer en una charla formativa sobre salud mental en la adolescencia dirigida a madres y padres. Esta jornada se enmarca dentro del convenio colaborativo entre la entidad y el Ayuntamiento capitalino destinado a trabajar el bienestar emocional en el área infantojuvenil.
La actuación de Feafes en los centros se materializa en dos sesiones orientativas por aula para, posteriormente, trabajar también de forma simultánea con padres y profesores. «Se trata de hablar de la experiencia humana, de todas las cosas que tapamos porque pensamos que somos unos bichos raros y, en realidad, son cosas que le pasan a todo el mundo», explicó a Diario Palentino Cristina Martínez, psicóloga de la entidad y una de las ponentes de ayer. «Cuando los jóvenes están mal, tienden a no pedir ayuda, aunque en las sesiones en las clases se abren un montón. Lo que nos falta a todos es tener un espacio seguro», añadió.
La jornada de ayer estuvo compuesta por tres ponencias. La primera, a cargo de la orientadora educativa María Victoria Gómez y la profesora de servicios a la comunidad Isabel Fernández, introdujo la sesión y el programa en el que se enmarcaba la actividad. Después, se dio paso a Maialen Iglesias, estudiante de 1º de Bachillerato Internacional y promotora de una campaña de firmas para conseguir una legislación europea por la salud mental, la cual supera las 32.000 en Change.org. La psicóloga Cristina Martínez puso fin a la jornada con una ponencia sobre salud mental y jóvenes.
OBJETIVO. El objetivo último de esta iniciativa es «abordar las necesidades a nivel emocional que tiene un adolescente». En este caso, el destinatario fue la AMPA del IES Jorge Manrique porque, en palabras de Martínez, «son las mismas que en su momento tuvieron nuestros padres». «A veces, cuando cambiamos el foco y nos ponemos en el otro rol, se nos olvida», apostilló la psicóloga.
El trabajo en las aulas comenzó el pasado marzo y, según indicaron desde la asociación, terminó este viernes. Durante estos meses, Feafes ha acudido a varios centros para impartir una doble sesión por cada clase, cuya pretensión era ver si los adolescentes «se expresaban» en cuanto a lo que les ocurre. «El objetivo es el apoyo colectivo. A nivel social, cada vez somos más individualistas, y la base de la salud mental es el grupo», concluyó.