«Es el espectador el que debe sacar sus conclusiones»

Pablo Torres
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La exposición 'El misterio de las cosas', del burgalés Julián Valle, incluye diferentes obras de paisajes eremitas y cuevas, uno de ellos perteneciente a la localidad de Valle de Cerrato. Permanece en el Museo de Palencia hasta el próximo 31 de marzo

Julián Valle - Foto: Óscar Navarro

El artista Julián Valle lleva 40 años de trayectoria profesional. Ha expuesto su trabajo en numerosas galerías y museos de la geografía nacional e internacional. Dentro de ese recorrido, participó recientemente en La tierra adentro, y ahora puede visitarse su trabajo en el Museo. 

¿Qué pretende provocar en el espectador con su trabajo El misterio de las cosas?
No pretendo provocar nada. Desde el principio de mi carrera, mi pretensión ha sido la de no hacer ningún tipo de provocación. Siempre he concebido el arte como una cuestión de equilibrio y contención. Lo que sí puedo es llegar a suscitar en el espectador es algún tipo de reflexión. Esta obra lo primero que sugiere es el silencio y el reposo. 

Siempre digo lo mismo: el artista no tiene que mandar un mensaje concreto, sino que es el espectador el que tiene que sacar sus propias conclusiones dependiendo de su bagaje, sus intereses, su memoria y muchas cosas más. Puedo sugerir algo con un título, pero más allá de eso, es un territorio en el que no puedo entrar. 

Por lo que manifiesta, deja abierto a los espectadores el sentido de su trabajo
De ahí viene precisamente el título  El misterio de las cosas, porque las cosas no tienen misterio. Tienen presencia, están ahí, y tú debes interpretarlas. Nadie debe decir nada, aunque la tónica del arte contemporáneo es la de explicar al espectador lo que está viendo. Las personas tienen su propia formación y son capaces de decodificar lo que se les está presentando.

¿Va entonces en contra de la tónica del arte contemporáneo?
Hay muchísimos artistas que están en una línea completamente diferente al estándar del arte contemporáneo que, en muchas ocasiones, está más enfocado en la publicidad que en el propio arte en sí. Si algo necesita una explicación para ser visto, entonces es mejor darla directamente. Para eso se escribe un libro y no se hace una obra de arte.

Los trabajos representan en gran medida eremitorios de la época. ¿Busca acercar a los espectadores a ese paisaje rupestre o tiene otras intenciones?
No es una intención clara, aunque es evidente que el hecho de representar ciertos paisajes y elementos hace que tenga una carga histórica y por eso se relaciona también con un museo que tiene salas de arqueología. Los espacios que aparecen en los cuadros tienen mucho que ver con la alta Edad Media. 

¿Diría entonces que la obra, por su contenido, podría tener una connotación histórica?
Es evidente, aunque es una cuestión descriptiva: solo describo los espacios por medio del arte. Es incluso difícil datarlos cronológicamente porque no hay registros documentales. Están en un amplio abanico de tres o cuatro siglos. 

¿Cuáles han sido las regiones que más le han inspirado?
Como este trabajo está centrado en el eremitismo rupestre altomedieval, la mayor densidad de estas localizaciones se encuentra en la zona del alto Ebro, aunque están repartidas por toda la península. 

Ha hecho hincapié en la pieza que representa el eremitorio de Valle de Cerrato. ¿Por qué la destaca?
Es un lugar que quería visitar. Además, me parecía conveniente hacer un trabajo sobre un lugar que está dentro de la provincia. Hay que tener en cuenta que la obra no solo se limita a ella misma, sino que se relaciona con el entorno. Quería tener también esa relación porque creo que enriquece mi trabajo. 

¿Cómo llega a acercarse a todos estos lugares?
 No es que estuviera buscando algo determinado, sino que otro trabajo me ha llevado a ello. En mi caso, estuve haciendo un proyecto en Atapuerca junto a otros 12 artistas para el Museo de la Evolución de Burgos. En él, estuve haciendo varios dibujos en mi cuaderno de campo, y fue cuando descubrí unas cuevas. Ese fue el inicio de querer recuperar lo rupestre. En vez de realizar unos cuadros de paisajes vistos desde la lejanía, quería adentrarme en ellos a través de las pruebas. A pesar de que siempre me ha interesado la Edad Media, nunca había hecho un trabajo relacionado con ella. 

Este mismo año también participó, junto a otros artistas, en la exposición La tierra adentro. ¿Cómo valora su funcionamiento?
No puedo decir si ha habido más o menos interés que en otras exposiciones, pero puedo asegurar que, en la visita guiada que realicé, algunas personas manifestaron el interés que había suscitado en ellas.