«Los méritos de 2024 me aúpan a lo más alto del escalafón»

Jorge Cancho-Carlos M. Santoyo
-

El sevillano ha recibido por segundo año consecutivo la Oreja de Oro de 'RNE', después de cuajar otra temporada soberbia que le permitirá estar este 2025 en todas las grandes ferias y volver a compartir carteles con las máximas figuras del toreo

«Los méritos de 2024 me aúpan a lo más alto del escalafón» - Foto: Sara Muniosguren

Si buena fue su temporada de 2023, mejor aún resultó la de 2024. Para enmarcar 

Desde luego que sí. Un año lleno de triunfos y de cosas importantes, y en plazas de primera. Era mi primera temporada en muchas de las grandes ferias y creo que hay motivos suficientes para estar muy orgulloso de lo que he hecho.

Con esa guinda de sumar, por segundo año consecutivo, el premio de la Oreja de Oro de RNE 

«Los méritos de 2024 me aúpan a lo más alto del escalafón»«Los méritos de 2024 me aúpan a lo más alto del escalafón»Es el premio que engloba todo el año, el más grande de cuantos se conceden ya que lo votan profesionales y aficionados, y me siento un privilegiado por haberlo conseguido en estas dos últimas ediciones.

Todo parece indicar que, por fin, en este 2025 tendrá el merecido trato de figura

Poquito a poco todo va llegando, aunque esas son cosas de las empresas y de mi apoderado, ya que yo de lo que tengo que estar pendiente es de la plaza y del toro. Soy consciente de que cuando te metes en el nivel más alto, aparecen otras complicaciones, pues la competencia es brutal y asentarse ahí es muy difícil. Por eso,  la preparación diaria es fundamental para seguir dando motivos todas las tardes.

De momento, en Olivenza con Morante y Emilio de Justo. Se le empieza a hacer justicia

Una buena manera de empezar 2025 aquí en España. Cartel con máximas figuras del toreo, en el que reaparece el maestro Morante, y con toros de una ganadería tan importante como la de Victoriano del Río. Un bonito arranque de temporada.

El pasado año todas las plazas fueron importantes, pero su atención estaba centrada de forma especial en Sevilla y Madrid

De inicio me noté un poco presionado a tener que puntuar en todas las plazas, tras las expectativas que generé después del triunfo en la Feria de Otoño con los victorinos. Luego, poco a poco, me fui sacudiendo esa presión y fue cuando más relajado toreé. En cuanto a Sevilla y Madrid, no cabe duda de que ambas son las que te lo dan todo para torear más durante el resto de la temporada.

Varias tardes en ambos cosos. ¡Tela!

En La Maestranza, las dos primeras fueron en feria y corté orejas en ambas. Además, en San Miguel cuajé una de las mejores faenas del año a un Garcigrande, logrando entrar en la afición sevillana, que no es  fácil. Y en Madrid, tres de ellas fueron en mi primer San Isidro, del que salí con el premio de triunfador. Vamos, un buen estreno. A todo ello hay que sumar el paseíllo en la Feria de Otoño.

Empezaba a entrar por méritos propios en los carteles de figuras

En esta profesión no resulta nada fácil abrirte un hueco y llegar a donde quieres, pero a base de ir dando motivos tarde a tarde, los carteles empezaron a abrírseme más.

Eso sí, manteniendo siempre ese idilio con el hierro de Victorino al que tanto le debe y al que tanto está dando

Desde luego, pues fue la ganadería que me sacó del olvido y me puso a funcionar. Sin duda, el triunfo que conseguí ante esta ganadería en la Feria de Otoño de 2023 fue determinante para mi futuro.

Tras el triunfo con percance de Pamplona reaparecía con una encerrona de este hierro en La Línea. Las gestas siempre han estado presentes en su carrera

La cornada de Pamplona era la primera que recibía como matador, pero como fue con dos orejas en mi haber, dolió menos. Aquello me hizo perderme varios contratos, pero a los 12 días quise encerrarme con seis victorinos por todo lo que me están aportando. Quise hacer ese esfuerzo, pues al fin y al cabo para trascender en el toreo hay que apostar fuerte y a mi me gustan las apuestas.

De la recta final de la temporada hay que destacar sus triunfos en Bilbao y Salamanca, así como su paso por Albacete

En Albacete estuve dos tardes que pudieron ser de triunfo, pero la espada no me acompañó. En cuanto a Bilbao, ha sido de las cosas más importantes de la temporada:  debut de enorme compromiso y responsabilidad con ese mano a mano en el que corté tres orejas. Y en La Glorieta, en mi ciudad de adopción, he de reconocer que me emocioné y fue muy bonito saldar mis dos comparecencias con sendos triunfos.  

En 2025 formará parte del grupo especial ¿Qué supone un paso tan importante como este?

Pues, en primer lugar, estar en la parte más alta del escalafón. El último año maté 42 corridas, pero pude pasar de las 50 de no ser por los percances sufridos y alguna suspensión por el tiempo. En este grupo especial voy a contar con una cuadrilla de auténtico lujo con Vicente Varela, José Luis Barrero, Luis Blázquez, que se incorpora este año; Tito Sandoval y Vicente González, que este año también estará con nosotros.

 

Con Julián Guerra, contento y feliz. Un apoderado capaz de cambiar la vida a todos aquellos toreros que han aguantado su alto nivel de exigencia

Yo siempre digo que los más exigentes siempre son el toro y el aficionado. Para llegar donde quieres hay que dar al máximo en cada momento. No cabe duda de que Julián es de los mejores apoderados que hay, tanto por lo que me aporta en los entrenamientos, con todas las correcciones técnicas y artísticas, como por ese trabajo que realiza en los despachos, luchando siempre hasta el final por mi toreo y por conseguir lo que quiere. 

 

A América regresará pronto. ¿Qué supone?

Un sueño, sin duda. De novillero debuté en la Monumental de México y he vuelto 12 años después para confirmar alternativa. Ahora repetiré allí y también torearé en León y Guadalajara, buscando abrirme un hueco en aquel continente.