La Audiencia Provincial de Palencia archiva definitivamente la causa contra dos directores de la Junta por la muerte de una osa durante una cacería. De esta manera, se cierran las diligencias de investigación decretadas por el Juzgado de Instrucción número 2 de Cervera de Pisuerga. El proceso de investigación judicial se inició por la muerte del animal a disparos en una cacería colectiva al jabalí autorizada en la Reserva Regional de Caza de Fuentes Carrionas, en el cuartel de Ventanilla, en noviembre de 2020.
Ecologistas en Acción se personó como acusación popular y solicitó, después de valorar los hechos, que se investigara en pieza separada la posible comisión de un delito de prevaricación por omisión de ambos directores, dado que todas las pruebas y testigos coincidían en que la cacería no debió celebrarse de ningún modo en ese lugar y que los directores disponían de información suficiente sobre la presencia de la osa y su cría.
Según la asociación ecologista, dicho archivo se produce a pesar de que se indican algunos aspectos relevantes como que el responsable de la cacería recibió información mediante mensaje y después de manera presencial y que "quizá en ese momento debió pararse la cacería conforme al propio protocolo de la Administración y no se hizo, pero lo que está claro es que esa situación no llegó a conocimiento de los responsables denunciados".
A juicio de los ecologistas, el "descontrol" que suponen estas cacerías en la montaña palentina evidencia que la burocracia administrativa de la Junta de Castilla y León es "del todo ineficaz como así queda ratificado en el Auto al indicar que podría considerarse que la responsabilidad habría sido del celador que tiene competencia para paralizar in situ la cacería, pero, aparte de que en ningún momento la causa se ha dirigido contra él, es lo cierto que la propia situación de confusión acerca del lugar en que se podía encontrar la osa y la brevedad de los tiempos y hasta de la limitación de las comunicaciones en la alta montaña".
Ecologistas en Acción de Palencia lamenta no haber sabido explicar "de forma clara y contundente" lo ocurrido con la entrada de los perros en zona prohibida, según consta en diligencias judiciales, donde no está permitido cazar y donde estaba la osa con su cría. Aspecto que, a su juicio, debió suponer la suspensión inmediata de la cacería en aplicación de la normativa vigente que no permite cazar en zonas de reserva del Parque Natural e incluso la correspondiente denuncia. "No es de recibo tener un reguero de osos muertos en la Montaña Palentina y que los máximos responsables de la administración no tengan ninguna responsabilidad", explicaron a través de un comunicado.