Castilla y León recuperó en 2023 la cifra de turistas internacionales anterior a la pandemia, que aumentaron notablemente el gasto anterior a cuatro años atrás. Durante el pasado año llegaron a las nueve provincias 1,23 millones de personas, que se dejaron 811 millones de euros, mientras que en 2019 el número de visitantes procedentes del exterior se situó en guarismos casi idénticos, 1,28 millones, casi 50.000 más, es decir, un 3,6 por ciento más que en el último ejercicio completo, pero
Con estos datos, la Comunidad deja atrás las cifras generadas por las restricciones de movilidad causadas por la pandemia del Covid-19, que permitieron únicamente la llegada de 430.000 personas en 2020, algo más, 500.000, en 2021, y un millón de viajeros en 2022, precisamente, año frente al que crece el dato un 21,9 por ciento, tres puntos más que la media nacional, que aumentó un 18,7 por ciento, hasta totalizar 85 millones de viajeros internacionales el pasado ejercicio. En este sentido, llegaron a España dos millones de personas más que en 2019.
En relación con el resto de comunidades autónomas, otras seis regiones presentaron incrementos en la llegada de viajeros por encima de la media de Castilla y León (21,9 por ciento) en comparación con 2022. Se trata de Asturias, con un 38,5 por ciento más y 384.176 turistas; Cantabria, un 37,2 por ciento y 444.098 personas; Navarra, con un 35,5 por ciento de incremento y 370.586 viajeros internacionales; País Vasco, con un 31,7 más y algo más de dos millones de personas; Madrid, un 29,6 y 7,8 millones; y Galicia, un 28,8 por ciento y 1,6 millones. Solo Extremadura descendió en relación al año anterior, un 10,8 por ciento (285.029 personas).
Si se observan los datos absolutos, Cataluña encabeza la llegada de viajeros, con 18 millones de personas. Le siguen los dos archipiélagos, Baleares, con 14,4 millones, y Canarias, con 13,9. A continuación, Andalucía (12,2 millones de personas), Comunidad Valenciana (10,5) y Madrid (7,8 millones).
Crece el gasto
En cuanto al gasto, los 811,3 millones que dejaron los turistas internacionales en Castilla y León supone un incremento del 44,1 por ciento en relación a 2022 y un 24 por ciento más que en relación a 2019 (655 millones), un dato que llama la atención, dado que se recibió casi la misma cifra de viajeros tanto en 2023 como en el año anterior al comienzo de la pandemia. Detrás de este importante aumento en el gasto se encuentra un incremento en los precios en estos últimos cuatro años. En paralelo, el gasto total realizado por los turistas no residentes en España fue de 108.662 millones de euros, lo que supuso un 24,7 por ciento respecto a 2022 y un 18,2 con 2019.
El gasto medio por persona ascendió en la Comunidad a 655 euros, con 137 al día, y una duración media de los viajes de 4,79 jornadas, frente a 7,3 de la media nacional. Mientras en Castilla y León este tipo de viajeros se queda un 13,9 por ciento más de tiempo que en 2022, en España disminuye su estancia un 2,7 por ciento. Si se mira más atrás en el tiempo, a 2019, la media de los viajes se extendía durante 4,26 días en la Comunidad, con lo que en estos cuatro años se ha ganado media jornada, cuando el conjunto del país ha aumentado el periodo medio en menos tiempo (7,11 días antes de pandemia).
Crecen las etapas
Durante 2023 creció también el número de etapas celebradas por los turistas internacionales, un parámetro al que la administración otorga gran relevancia, dado que cada una de ellas se refiere a las paradas con pernoctación del viaje. Es decir, un viaje tiene tantas etapas como destinos intermedios en los que se ha pernoctado un número de noches consecutivas.
En este sentido, en 2023 se produjeron 1,7 millones de etapas, lo que supone un 25,8 por ciento más que en 2022, con algo más de seis millones de pernoctaciones, un 34,7 por ciento por encima del año inminentemente anterior. En cambio, los datos constatan el regreso a 2019, cuando se anotaron 1,8 millones de etapas y 5,9 millones de pernoctaciones.
En España también crecieron en relación a 2022, pero varios puntos por debajo. Se anotaron 96,6 millones de etapas (un 18,3 por ciento más), con 621 millones de pernoctaciones (un 15,5 por ciento más).