Los cuerpos sin vida de una madre y su hija, identificadas como Amelia Rodríguez Sardón y Mari Luz Alejo Rodríguez, de 88 y 58 años de edad, respectivamente, fueron localizados ayer con signos de violencia en una vivienda ubicada en la localidad vizcaína de Abadiño. Se trata de dos muertes violentas que salpican de lleno a Palencia por cuanto Amelia y Mari Luz eran naturales de la localidad cerrateña de Vertavillo.
Asimismo, ambas muertes podrían estar relacionadas con un incendio declarado también ayer miércoles por la mañana en la localidad de Atxondo, en el que fue rescatado un hombre herido que es el marido y yerno de las víctimas, respectivamente, y que tras prestar declaración por espacio de cuatro horas fue detenido por la Ertzaintza después de imputarle un delito de homicidio.
ENSANGRENTADOS. Según informaron fuentes del Departamento de Seguridad, a las ocho y media de la mañana, la Ertzaintza recibió luna llamada en la que una persona alertaba de que algo podría haber ocurrido a las dos mujeres, de las que era familiar. Una vez desplazados al lugar, los agentes encontraron sin vida auna madre y su hija, ocupantes de la vivienda.
Los cuerpos presentaban signos de violencia. De hecho, fuentes consultadas por Diario Palentino indicaron, al parecer y de forma preliminar, que las investigaciones iniciales apuntan a que habrían muerto por golpes con un objeto contundente y que los cuerpos aparecieron encima de la cama.
Y es que la Ertzaintza relaciona este suceso con el incendio declarado a las ocho de la mañana en una carpintería ubicada en la también localidad vizcaína de Atxondo. En su interior se encontró a un hombre herido, que fue evacuado al Hospital de Galdakao. El herido es el marido de Mari Luz Alejo Rodríguez.
El propietario de la carpintería fue descubierto por dos empleados en el interior de su local, en ese momento en llamas.
Según informaron a Europa Press fuentes conocedoras de la investigación, agentes de la Policía vasca tomaron declaración, a lo largo de la mañana, a los dos empleados del marido de una de las víctimas del crimen cometido en Abadiño.
Según su relato, alrededor de las ocho de la mañana se dirigieron a la carpintería que regenta el esposo de una de las víctimas en Atxondo y le hallaron en el interior, colgado por los pies en una carretilla elevadora del local. En ese momento, el taller era presa de las llamas. Ambos empleados procedieron a liberarle y a arrastrarle hasta el exterior. Una vez fuera, fue evacuado al Hospital de Galdakao para ser atendido de sus lesiones. Sobre las 13,30 horas, el hombre abandonó el centro sanitario, en el que fue dado de alta y a partir de aquí tuvo que declarar por estos hechos, hasta que finalmente se confirmó su detención por los agentes de la Policía Autónoma Vasca.
POR NAVIDAD. Por lo demás, según ha trascendido, Amelia Rodríguez Sardón se había desplazado hacía unos días desde Palencia a Abadiño, localidad situada en pleno centro de Vizcaya, muy cerca de Durango, para disfrutar de la temporada navideña junto a su hija y su yerno. De hecho, Mari Luz Alejo Rodríguez, que llegó a esa localidad hace unos 30 años, se había prejubilado de la empresa Inyectametal, localizada en ese mismo pueblo vizcaíno.
El alcalde de Abadiño, localidad en la que este miércoles por la mañana se halló el cuerpo sin vida de dos mujeres, madre e hija, naturales de Vertavillo, con signos de violencia, aseguró que nadie se explica las causas del doble crimen. «Todo el mundo se echa las manos a la cabeza», afirmó. Las más joven de las mujeres, Mari Luz, era muy conocida en el pequeño municipio vizcaíno, de poco más de 7.000 habitantes, al igual que su marido, quien fue hallado media hora antes en un incendio declarado en su carpintería en Atxondo, según algunos testigos, atado y herido. La Ertzaintza (Policía Autónoma Vasca) investiga la relación entre los dos sucesos, ocurridos en localidades situadas a unos tres kilómetros la una de la otra. El alcalde de Abadiño, José Luis Navarro, se mostró consternado nada más conocer la noticia. «Todo el mundo está sorprendido, porque es algo que no se explica», manifestó a los periodistas desplazados al lugar. Además, llamó a la prudencia y rehusó «hacer especulaciones con el hecho». «Ya veremos a ver qué ha ocurrido cuando la Ertzaintza termine la investigación», emplazó. Por lo demás, los vecinos de la localidad recordaron que el matrimonio, de más de 50 años de edad, tiene un hijo. «Ella era una chica muy trabajadora, buena chica», manifestó a Europa Press la propietaria de una de las cafeterías de la zona. Según relató, ambos eran «muy buena gente». «Les conozco de vista de toda la vida. Ella era conocida por todos y tenía fama de buena chica», manifestó la propietaria del establecimiento.
LUTO EN VERTAVILLO
Amelia Rodríguez Sardón vivió toda su vida en la localidad cerrateña junto a su esposo Alfredo. Tras enviudar repartía su tiempo entre Palencia y las estancias con sus hijos
La pequeña localidad de Vertavillo, de unos 200 habitantes y perteneciente al partido judicial de Baltanás, no era consciente todavía en la tarde de ayer de los trágicos acontecimientos que habían tenido lugar por la mañana en el mismo corazón de la provincia de Vizcaya y que había tenido como víctimas a dos hijas de la localidad. «Había visto el suceso a través de Internet pero no sabía que eran Amelia y su hija las víctimas del crimen», reconocía en declaraciones a Diario Palentino la concejala de esta localidad cerrateña, María Estela Redondo García (CIV), que precisamente se enteró de la noticia a través de este periódico. Asimismo, varios familiares de las víctimas también residen en la provincia.
Según la información de la que dispone este periódico Amelia tenía tres hermanas y una de ellas llegó a vivir en el barrio de Pan y Guindas de la capital.
«Amelia y su esposo siempre vivieron en Vertavillo, dedicados a las tareas agrícolas. Formaban una familia muy numerosa, gente muy buena y honrada», recordaba la edil, quien añadió que «probablemente Amelia todavía está empadronada por esta localidad porque hasta hace dos o tres años ha estado aquí permanentemente. Luego, tras enviudar, solía desplazarse por temporadas a los domicilios de sus hijos, que a medida que se fueron haciendo mayores fueron abandonando el pueblo».
Diario Palentino localizó posteriormente al alcalde, Tomás Antón Beltrán (CIV), que había estado trabajando en el campo: «¿Que posiblemente está el marido de Mari Luz implicado en sus muertes?. No me lo puedo creer», declaraba a Diario Palentino tras hacerle partícipe de la detención imputado por homicidio.
EL ALCALDE. «El esposo de Mari Luz era un tanto reservado cuando venía al pueblo en verano y frecuentábamos el bar. Sin embargo, la familia de Amelia y Alfredo son bellísimas personas. Alfredo Alejo, ya fallecido, era un gran trabajador que siempre se preocupó por su familia y Amelia igual, porque eran muchos los hijos a mantener que están repartidos entre las provincias de Palencia, Valladolid y Burgos, además del País Vasco», comentaba el alcalde, quien subrayó que «hace muy poco que Amelia había estado en casa de su hija en Valladolid».
El alcalde de Vertavillo todavía recordaba los últimos veranos con la familia de Amelia y Alfredo: «La verdad es que todos estamos consternados por lo que ha ocurrido porque vamos sabiendo los hechos a plazos».
Tomás Antón Beltrán, por lo demás, señaló que mañana viernes hay convocada una reunión municipal «y estudiaremos si adoptamos alguna decisión en vista de los acontecimientos».
Mientras tanto, la Policía Autónoma Vasca prosigue con sus investigaciones para esclarecer todas las circunstancias que han rodeado este trágico suceso que ha conmovido a las sociedades vasca y palentina.