El pasado 14 de noviembre se celebró el Día Mundial de la Diabetes, una cita instaurada por la Federación Internacional de la Diabetes y la Organización Mundial de la Salud.
La diabetes es una enfermedad crónica que impide regular correctamente la cantidad de azúcar en el cuerpo.
Esta enfermedad afecta a 13.906 personas en la provincia, siendo más del 96% de ellas pacientes de tipo 2, lo que significa que aquellos que la padecen generan insulina, aunque ni en la forma ni en las cantidades adecuadas.
Los 463 restantes padecen la enfermedad de tipo 1 (en la que el cuerpo ni siquiera genera insulina) u otras variantes que no se clasifican dentro de ninguna de las dos categorías anteriores.
La Federación Internacional de Diabetes advierte que, aproximadamente, el 10% de la población adulta de entre 20 y 79 años es diabética, y que casi la mitad de ellos desconoce que padece esta enfermedad crónica por una falta de diagnóstico.
Tal y como aseguran desde la Asociación Españolas de Consumidores, las proyecciones de los expertos auguran un incremento del 46% en esta enfermedad de cara a 2045. Desde la propia entidad se reclama un aumento de los recursos públicos para poder combatir la enfermedad de forma proporcional al crecimiento previsto, proporcionando un diagnóstico precoz y una atención adecuada para todos los tipos en los sistemas sanitarios.
Algunas de las recomendaciones más habituales para minimizar los problemas derivados de la diabetes son el ejercicio o la dieta sana y equilibrada.
Aquellos que son insulinodependientes deben a su vez administrarse dosis de insulina artificiales para mantener regulados correctamente los niveles de glucosa en la sangre.