Julián Alonso fue uno de los promotores de las primeras Jornadas de Poesía Ciudad de Palencia. Este poeta y artista palentino coordinó esta iniciativa de 1999 a 2012.

Ahora, doce años después de esa última edición y tras su resurgimiento de la mano del Ateneo, Alonso es uno de los doce nombres que componen un cartel lleno de referentes en el arte de la palabra. 

Quince ediciones de estas jornadas gracias a su «recuperación» por parte del Ateneo
Son 15 porque el Ateneo ha considerado que merecía la pena dar continuidad a aquellas jornadas de poesía que dejaron de hacerse hace unos cuantos años. En todo caso, es bienvenido que se vuelva a retomar este asunto. Las últimas que se hicieron fueron en 2012. 

Formó parte de la organización de aquella iniciativa entre 1999 y 2012. ¿Percibió que acercaba la poesía a los ciudadanos? 
En Palencia, a lo largo de todos estos años, ha habido un montón de actividades poéticas, con grupos emergentes como Diversos o individualidades como Javier Pinar. Hay un buen  movimiento de poesía. 

El cartel de la edición de 2024 incluye figuras importantes
Y es muy grande. Vamos a ser doce poetas. Hay que procurar hilar muy fino para que no se diluya la poesía de los unos y los otros.

El hecho de ser tantos también enriquece a los asistentes, ya que van a poder apreciar de cerca varias líneas de poesía
Por supuesto que sí. Si echas un vistazo, ves que somos doce poetas y doce maneras diferentes de hacer poesía. He procurado leer un poco de cada uno y, aparte de que hay una calidad estimable, es muy bueno contar con varias formas de entender la disciplina.

Hay buena confrontación, diálogo y, sobre todo, mucha variedad para el público. 

¿Qué línea destacaría en usted?
Es muy difícil saberlo porque yo particularmente siempre he sido muy ecléctico a la hora de hacer poesía.

En la discursiva, durante los últimos años, me he centrado más en alguno de los tópicos habituales de la disciplina, como reflexionar sobre la forma en la que nos influye el paso del tiempo. También he estado muy metido en una poesía comprometida y con cierto tono social. 

Últimamente estoy adelgazando mucho mi creación, y me dedico a escribir haikus compaginados con imágenes y objetos que son alusivos a lo que digo. 

Por lo que comenta, está dando más protagonismo al elemento visual que al textual
Siempre he funcionado así. Si debiera darme una definición, me considero un poeta fronterizo. Entiendo que las diferentes artes cada vez se entremezclan más y hay menos distancia entre ellas.

En la medida de mis posibilidades, procuro compaginarlas. Introduzco textos, diseños, fotografías, texturas… Todo ello forma un elemento común. En muchas ocasiones, dicho elemento es colaborativo, ya que he hecho trabajos con otros compañeros artistas. Eso enriquece la creación. 

Ha promovido la poesía a través de  encuentros e iniciativas más allá de las jornadas
Antes de ellas formé parte de un grupo poético palentino llamado Astrolabio. Llegamos a ser 15 integrantes. 

Desde antes de incorporarme, ya organizaban jornadas en las que traían a varios poetas para enseñarnos. Éramos un grupo de creadores jóvenes y tratábamos de aprender a escribir. Al hilo de eso, me he dedicado a diseñar una serie de eventos, tanto literarios como artísticos. 

¿Qué le inspira para escribir? 
Cualquier cosa, desde lo que te encuentras mirando al suelo hasta una reflexión hecha en un momento de guardia baja. La inspiración la encuentras hasta debajo de las piedras.

También me inspira la solidaridad con las circunstancias que suceden en el mundo. Ahora nos encontramos en una especie de apocalipsis con la guerra en Gaza, Ucrania y otras tantas que ya no salen en los periódicos. Son cosas que no solo me motivan a mí, sino a cualquier persona con cierta sensibilidad. 

¿Qué autor recomendaría para acercar a alguien a la poesía?
La lista sería infinita. Ahora mismo, un poeta magnífico, novelista y que  ha pasado por Palencia es Tomás Sánchez Santiago.