Las fuertes rachas de viento también fueron las causantes del desprendimiento de parte del falso techo de la cuarta planta del hospital Río Carrión, justo sobre la zona del control de enfermería. La suerte quiso que no se tuvieron que lamentar heridos, ya que en ese momento no se encontraba ningún trabajador ni paciente en la zona. 

La hipótesis de lo ocurrido es que al entrar el viento por la escalera de emergencia se creó una bolsa de aire que ejerció una fuerte presión entre el encofrado y el techo, que terminó por ceder. Así lo creen tanto el director de Gestión, Guillermo Bueno, como el gerente de Asistencia Sanitaria, José Jolín, y el arquitecto, quien tras lo sucedido revisó todas las plantas del hospital para garantizar la seguridad tanto de los pacientes como de los trabajadores. 

Los operarios de mantenimiento del Caupa apuntalaron la zona y comprobaron el falso techo del resto del pasillo y del control de enfermería para evitar que se produzcan nuevos desprendimientos.

Por seguridad, se realojó en otra habitación de la planta a un paciente que se encontraba en la habitación 8, que es la que está junto a la zona afectada y en la que sí se había abierto parte del techo.

El resto de pacientes permaneció en sus habitaciones y la asistencia sanitaria continuó con normalidad, por lo que no fue necesario cerrar la planta, tal y como informaron desde el propio Caupa.