Castilla y León pondrá en marcha, a partir de 2024, un centro virtual para la atención permanente, información y detección precoz de las agresiones sexuales. La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, indicó que 'Atiendo' será un servicio «pionero e innovador», donde se pone especial atención a las violencias machistas ejercidas a través de las nuevas tecnologías, las redes sociales y la inteligencia artificial. Durante el acto institucional de la Junta con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora cada 25 de noviembre, Blanco señaló que las víctimas estarán a un «sólo clic» de ser atendidas por profesionales acreditados, por lo que se aportará asesoramiento y se determinará si dicha conducta constituye una situación de violencia u acoso, con el fin de ofrecer la atención requerida, comentó en compañía de su homóloga en Educación, Rocío Lucas.
Este servicio ejercerá de «punta de lanza» para sensibilizar y ayudar a los jóvenes de la Comunidad, una apuesta del Gobierno de Castilla y León que se centra en las realidades y garantiza su compromiso por erradicar la lacra de la violencia machista, como señalaron desde ambas consejerías. De esa forma, proporcionará apoyo inmediato las 24 horas del día los siete días a la semana para llegar al conjunto del territorio de la Comunidad, puntualizó Blanco en declaraciones recogidas por Ical, de la mano de una web, app y en redes como Telegram o WhatsApp.
Y es que, la consejera recordó la existencia de «chantaje y hostigamiento» en el ámbito virtual, ya que el 82 por ciento de los casos de violencia machista entre jóvenes están presentes en las nuevas tecnologías y métodos de comunicación en línea, según el último informe realizado por la Fundación ANAR sobre la metería.
Compromiso real
Dejó claro que es necesario eliminar las barreras existentes y trabajar de manera conjunta, junto al ámbito educativo, para lograr erradicar esta «lacra social», por lo que recalcó el trabajo de la Junta y el «compromiso personal» del presidente del Gobierno autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, ausente por la covid-19. La Junta no ha dado ni un paso atrás en la lucha contra la violencia de género, al aportar más recursos en la materia y aumentar en un diez por ciento el presupuesto para la prevención y atención de las mujeres víctimas, que se une a la suma de más plazas en centro y viviendas de emergencias y el incrementos del asesoramiento jurídico y psicológico.
Los servicios sociales tienen que ser «la puerta de entrada y de salida» de las víctimas, además de ofrecer oportunidades vitales y laborales posteriores. Una línea de trabajo que no se puede quedar ahí, porque la Junta persigue siempre estar a la cabeza en la materia a través de la prevención, la sensibilización e información, dijo. Por ello, trasladó que se continuará trabajando a través de campañas de sensibilización y actuaciones formativas dirigidas específicamente a jóvenes y adolescentes, puesto que tomar conciencia es «el primer paso para prevenir la violencia machista y poder vivir en un mundo más justo e igualitario», aseveró Blanco.
Isabel Blanco se centró en la adolescencia y en su papel dentro del programa 'Corresponsales Juveniles', que desarrolla desde hace cinco años el Instituto de la Juventud de Castilla y León, una red de informadores juveniles que traslada a sus compañeros de centro educativo o universidad toda aquella información de interés, entre la que se encuentra la divulgación de aquellas acciones y actividades que se llevan a cabo en la Comunidad para acabar con esta lacra social.
Varios jóvenes corresponsales mantuvieron un diálogo sobre la materia, dado que Blanco aseguró que los jóvenes juegan un papel fundamental y deben aprender a desterrar la normalización de las conductas machistas, las cuales se manifiestan «con nuevas formas y prácticas» a través de las redes sociales. El acto concluyó con la interpretación de una coreografía por parte de alumnos del cuarto curso de la especialidad de Danza Clásica de la Escuela Profesional de Danza de Castilla y León, con el que se reflejó la capacidad del ser humano de escuchar al otro, de acompañarlo y de respetarlo.