El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha defendido este sábado la necesidad de que su país haga "todo lo posible" para poner fin a la guerra "el año próximo por vía diplomática", aunque ha rechazado "una capitulación".
"Por nuestra parte, debemos hacer todo lo posible para poner fin a la guerra el año próximo. Por la vía diplomática. Es muy importante", ha afirmado Zelenski en una entrevista con Radio Ucraniana. Por contra, el presidente ruso, Vladimir Putin, "no quiere negociar". "Querría pactar unas condiciones de capitulación por nuestra parte, pero nadie le va a dar eso", ha subrayado.
El mandatario ucraniano ha asegurado que Rusia pierde entre 1.500 y 2.000 combatientes al día, sumando heridos y muertos. "No pueden seguir avanzando con estas pérdidas y hay algunos frentes en los que ya es evidente que el avance se ha ralentizado", ha destacado. Sin embargo, ha advertido de que "estamos en guerra con un estado que no valora a su propia gente, que no le importa cuántos mueran".
"Putin no quiere la paz en Ucrania, pero se podría sentar en una mesa de negociación con participación de líderes mundiales y ello significaría el fin de su aislamiento político", ha indicado. Podría "sentarse, hablar y no lograr un acuerdo". Esta situación "le beneficiaría", ha asegurado. "Sería la destrucción de su aislamiento, construido por el mundo civilizado a costa de la muerte de ucranianos", se ha lamentado.
Zelenski ha abordado también los cambios que traerá la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos y las presiones que posiblemente traslade a Kiev para lograr avances. Sin embargo, Zelenski ha subrayado que esperará a tener información más detallada sobre la persepectiva de Trump en un futuro encuentro con él que ya se está preparando.
Zelenski ha recalcado que "nadie quiere la paz tanto como nosotros". "El cambio de política en Estados Unidos sugiere que, en mi opinión, la guerra terminará. No sé cómo. Nuestro empeño es defender una postura fuerte. Una paz justa es importante para nosotros, para que no haya un sentimiento de que hemos perdido lo mejor porque se nos haya impuesto una injusticia", ha indicado.
"Por consiguiente, creo que la guerra va a terminar. No en abstracto. No hay una fecha concreta, pero con las políticas del equipo que dirigirá la Casa Blanca la guerra terminará antes. Ese es su planteamiento, una promesa a su sociedad. No debemos permitir que nos presionen, que nos ocupen, demostrar debilidad", ha añadido.
Para Zelenski, Trump "está de nuestro lado, apoyando a Ucrania". "Valora nuestra fuerza, integridad y valor", ha apuntado. Además, ha recordado que Estados Unidos no es un mediador neutral, sino que ha aprobado ayudas por 175.000 millones de dólares (unos 166.000 millones de euros). De esta cantidad, Kiev por el momento ha recibido "menos de la mitad".
"Ucrania no va a estar sola con la Federación Rusa. ¿Qué se puede negociar con el asesino? No hay nada que hacer en unas negociaciones en posición de debilidad", ha argumentado.
Situación difícil
El presidente ucraniano señaló además este sábado que la situación en el este del país es complicada, con un lento avance de las tropas rusas y sin posibilidad de rotación en la línea del frente ante la falta de armas y equipos en las brigadas de reserva.
"En el este, la situación es realmente difícil. Hay una lenta presión y avance de los rusos. Por varias razones, llenar nuestras brigadas con gente preparada, llenar y equipar las brigadas con armas, todos estos procesos fueron bastante lentos", dijo Zelenski en una entrevista con motivo del centenario de la Radio Ucraniana.
Agregó que no se puede simplemente llenar una brigada de gente si está esperando ciertas armas.
"Hemos esperado doce meses a que nos entregaran algunas armas después de que las aprobara el Congreso" estadounidense, lamentó.
Señaló que en el este hay brigadas en la que los soldados llevan mucho tiempo, brigadas muy fuertes que necesitan rotar y ser sustituidas por otras.
Debido a la ofensiva rusa y al cansancio, los soldados "preguntan si pueden dar pasos atrás" y la cúpula militar dice "sí", porque "esta es nuestra posición común: primero la gente y luego la tierra", añadió.
Agregó que la gente necesita estar segura de que la rotación continúa, de "que hay otra brigada detrás de ellos, armada y lista para atacar".
"Hablamos de un número de brigadas, pero llenarlas y dotarlas es muy lento. Hemos estado llenando este vacío con producción nacional, pero no todo", indicó.