La dirección de Renault ha accedido a reducir de 488 a 220 los afectados por la reorganización de turnos en las factorías de Villamuriel de Cerrato y de montaje y carrocerías de Valladolid, según aseguró ayer el sindicato UGT tras la segunda reunión del comité intercentros convocada para analizar la modificación sustancial de las condiciones de trabajo que la empresa comunicó el pasado día 31.
Ese día, Renault trasladó al comité una modificación sustancial de las condiciones de trabajo motivada por una bajada de la producción para 488 trabajadores de las factorías de Villamuriel y de Montaje y Carrocerías de Valladolid, que pasarán a realizar distintos turnos y trabajos.
Según explicó UGT, en la segunda reunión del periodo de consultas de ayer la dirección de la empresa accedió a las peticiones del sindicato, entre ellas reducir el listado de afectados, que ha pasado de 488 a 220 trabajadores (73 en la factoría de Villamuriel, 63 en Montaje de Valladolid y 84 en Carrocerías).
No obstante, aseguran las mismas fuentes, el sindicato pidió a la representación de Renault que dé «un nuevo repaso» para reducir «todavía más» esta lista de afectados, con el compromiso de la empresa de «intentarlo» y dar una respuesta en la próxima reunión, prevista para el martes 14 de noviembre. Otras de las peticiones planteadas por UGT contemplan que todos los contratos eventuales lleguen a su finalización y que se respeten los turnos más favorables por motivos de conciliación, a lo que ha accedido la empresa.
El sindicato abogó también por reubicar en otros centros de gastos y por orden de antigüedad a los trabajadores de los talleres en los que se den los excedentes. UGT precisa que el que menos antigüedad tenga en el centro de gastos sea el primero en salir y, en caso de empate en la antigüedad, recomienda que se haga por la profesionalidad, «como marca el convenio», criterio que también seguirá la empresa.
DEPARTAMENTOS. UGT también solicitó a la empresa que se dé una explicación, despedida y una acogida en el nuevo departamento a los trabajadores que tengan que cambiar de departamento y que los empleados vuelvan a sus talleres de salida cuando la actividad retorne a los niveles actuales o superiores. En este sentido, ha explicado que la empresa irá completando los talleres con los trabajadores que salieron de los mismos «a medida que se vaya recuperando la actividad».
Sin embargo, el sindicato Comisiones Obreras calificó las medidas de «desproporcionadas» y advirtió de que pasar de una previsión inicial de 488 personas a 220 «no da mucha seguridad de las verdaderas necesidades de la empresa».
Tras analizar el documento presentado por la empresa, CCOO considera que los motivos de los cambios «no se justifican» y, además, «son insuficientes». «Plantean que es por la llegada de nuevos modelos, lo que generalmente ha generado mayor actividad y la necesidad de sumar efectivos y no al revés, o medidas normativas, que no quedan muy claras en la explicaciones», advierte.
Por último, CGT «no considera justificado el cambio circunstancial de las condiciones de trabajo, el cual ya hay diferentes organizaciones que lo aceptan». «No podemos efectuar ninguna propuesta porque entendemos que faltan datos vitales en el dossier y así se lo hemos trasladado a la empresa», añaden.