Finales de diciembre o principios de enero. Esa es la nueva fecha que maneja la Consejería de Movilidad y Transformación Digital de la Junta de Castilla y León para la adjudicación de la obra de finalización del viaducto de Guardo.
¿El motivo? Según ha podido saber Diario Palentino, una de las dos empresas que concurrió a la licitación, que según indican fuentes consultadas por este periódico presentó fuera de plazo su oferta «por cuestión de minutos», ha recurrido el proceso ante el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de Castilla y León (Tarcyl).
Una vez salvado este contratiempo administrativo, desde el Consistorio guardense manejan los meses de marzo y abril como punto de inicio para las obras. Teniendo en cuenta que el plazo de ejecución estimado es de 30 meses, los primeros vehículos podrían estar circulando por el viaducto como pronto a finales de 2027.
De este modo, el proceso administrativo permanece actualmente paralizado hasta que no se pronuncie oficialmente este organismo autónomo ligado al Consejo Consultivo de Castilla y León. No obstante, el proceso «sigue vivo» (palabras del alcalde, Juan Jesús Blanco) en la Plataforma de Contratación del Sector Público, donde se puede consultar el proyecto, la memoria los pliegos y toda la documentación. El último trámite, de hecho, ha sido la constitución de la Mesa de Contratación.
La demora en la adjudicación choca de frente con el interés manifiesto del Ayuntamiento guardense de impulsar este nuevo tramo de 882 metros de longitud para salvar un desnivel de 75 metros (uno de los más altos de su tipología) entre la CL-615 (Palencia-Guardo) y CL-626 (Eje Subcantábrico), ambas pertenecientes a la Red Autonómica de Carreteras, como punta de lanza para la instalación en el polígono industrial de Campondón de las nuevas empresas que han mostrado interés en instalarse allí.
Es decir, la fábrica de pellets que promueve Arapellet, la factoría de valorización de neumáticos que proyecta Mina Urbana Norte o la planta de biogás en la que trabaja Guardo Biogás. Entre todas suman un volumen total de 70 millones de inversión que se traducirán en la creación de unos 120 puestos de trabajo directos en una comarca en pleno proceso de reindustrialización tras el fin del monocultivo del carbón y el cierre de la central térmica de Velilla del Río Carrión.
Con todo, el volumen de mercancías que se prevé supera el 1,2 millones de toneladas al año en camiones, según las estimaciones del Ayuntamiento. De ahí que Blanco considere esta actuación como una «prioridad» para el municipio. «El tiempo no se mide ahora en distancia, sino en tiempo, y la variante ahorrará a los transportistas más de diez minutos al no tener que atravesar el casco urbano», sostiene el primer edil.
UNA OBRA «FUNDAMENTAL»
Para la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento es «fundamental» la finalización del viaducto, que en la actualidad cuenta con uno de los dos estribos, las doce pilas y un tramo de 140 metros de tablero ya construidos. «El compromiso de la Junta con Guardo y con todos los pueblos de su entorno es completar la variante, porque entendemos que mejorará las comunicaciones del Eje Subcantábrico (CL-626), además de la seguridad y comodidad tanto de los conductores que utilicen la carretera como de los vecinos del municipio», sostuvo la consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral, durante su última visita a la zona.
¿Y las carreteras CL-615 y CL-626, para cuándo?
El alcalde de Guardo, Juan Jesús Blanco, considera «prioritario» una puesta a punto de la carretera CL-626 (Eje Subcantábrico) para mejorar las comunicaciones terrestres en todo su trazado, especialmente entre León y Aguilar de Campoo, atravesando las cuencas mineras de ambas provincias, y dando servicio a pueblos como el leonés Cistierna o Cervera de Pisuerga.
Por otro lado, también se urge una reparación de la CL-615, especialmente en los 34 kilómetros que separan el municipio guardense de la localidad de Saldaña. Y es que, como denuncian algunos vecinos de la comarca norteña (es la principal vía de conexión con la capital también de pueblos como Velilla del Río Carrión o Santibáñez de la Peña), los baches se han convertido en la tónica habitual de sus desplazamientos hasta Palencia.
Y es que, encontrarse con uno, dos, tres, cinco, diez y varios más en un abrir y cerrar de ojos es la tónica habitual en este calzada por la que circulan a diario 3.514 vehículos (zona de Carrión) según el último mapa de tráfico de la Junta.