La tradicional marcha de peregrinación en honor a María Auxiliadora que partió desde Palencia a Villamuriel por la carretera antigua, en la que se realizó una romería en el centro Don Bosco de los Salesianos, reunió a 400 peregrinos y, en conjunto, a unas 800 personas que se sumaron participando en la eucaristía y la comida solidaria.
En el encuentro religioso y festivo tomaron parte integrantes de diversas asociaciones de María Auxiliadora y muchos antiguos alumnos repartidos por la capital, Astudillo, Palencia, Herrera de Pisuerga y Villamuriel de Cerrato.
Igualmente, se dieron cita miembros de asociaciones y diversos colectivos relacionados con la Familia Salesiana de todo Castilla y León. La misa, ante la previsión de lluvia, se llevó a cabo en el interior de la iglesia de colegio salesiano, que se llenó y hubo gente fuera a la que sorprendió una granizada al final. La ceremonia estuvo presidida por el obispo, Mikel Garciandía, y Fabio Attard, rector mayor de los salesianos a nivel mundial que acudió a Villamuriel en una visita para supervisar la actividad que se lleva a cabo.
Devoción mariana con sello salesiano - Foto: Óscar Navarrocomida masiva. Al terminar la solemne eucaristía y, tras una sesión vermu, tuvo lugar la comida solidaria, preparada por las mujeres de la Asociación María Auxiliadora. «Nos hemos quedado casi sin productos porque la gente agotó todas las existencias. En este gesto solidario la gente siempre participa con tortillas, pinchos de empanada, chorizos y todo lo que se vende se va para un proyecto de desarrollo, y, en este caso, seguimos, apoyando uno en Siria. En la vigilia del martes hubo también muchísima gente y se bendijo una nueva imagen de María Auxiliadora que nos ha regalado una comunidad salesiana del País Vasco», señaló a ayer a DP el director del centro Don Bosco de Villamuriel, Santiago Domínguez.