Jesús Mateo Pinilla

Para bien y para mal

Jesús Mateo Pinilla


La forma de interponer

07/05/2024

Se juzga desde el periodismo adscrito que la forma de interponer demandas no puede basarse en artículos periodísticos. Dicho así parece tener razón y lo argumentan también jueces con pretendida imparcialidad. Jueces para la Democracia. Pero esos artículos son títulos por desarrollar.  
Una denuncia anónima lleva una obligación implícita, la de ser investigada cuando es verosímil, creíble con poder de certidumbre. Hoy, ya Miguel Bernard presentador de la denuncia ha aportado un informe sobre 4 contratos con presunta intervención de bussines y llegarán más. 
Lo de Begoña es un secreto a voces, indiciado desde España, por actuaciones en Marruecos, en el Sahara, que ahora nos aclara Pegasus, movido por la intención de un país, de sus servicios secretos y de su frente jurídico. La falta de transparencia en los viajes será por algo, el marcado silencio con maletas que dejan encorvados por el peso a ministros para un viaje extremadamente corto tendrá un porqué. 
El interés por sacar trapos a Ayuso en momentos determinados obedece a una causa. En política todo es causal, que no casual. Y suele ser causa tapar un caso con la denuncia de otro.  Conozco a Miguel Bernard, uno de los líderes de Manos Limpias que ha sido promotor de denuncias que desde el otro extremo se califican de ultras. Así lo hace Gregorio Morán con pretendida imparcialidad desde la extrema izquierda, que pasea su pasado, nunca Bernard escondió su cercanía a Blas Piñar. Y ha sacudido a ambos lados.
El sistema está enfermo: Si no hubiera un Bernard, ¿Fiscalía hubiera sacado todo, motu proprio?
Con las cosas de comer no se juega. Todas estas anomalías se quedan pequeñas frente a la acusación de desmoronar la democracia, o producir estados sin territorio, con inevitables canonjías, queriendo hacer una confederación con un estado que es mero observador, como mantiene mi querido profesor Sosa Wagner y John Elliot en sus estudios hispanistas. 
En un futuro veremos la censura judicial y periodística, pero aún hay algunos que no lo perciben y me piden que vuelva a escribir artículos sobre el pasado de Palencia.