Adiós a medias

Agencias
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Tras un amago inicial de dejar la política después del 28-M, Fernández Vara cierra su etapa como dirigente autonómico para iniciar una nueva como senador en las Cortes Generales

Adiós a medias - Foto: JORGE ARMESTAR/EUROPA PRESS

La misma noche electoral del 28 de mayo, al socialista Guillermo Fernández Vara no le tembló la voz al avanzar su intención de abandonar el primer plano político tras conocer el resultado de los comicios autonómicos y municipales -pese a haber sido la fuerza más votada en las urnas, no logró su objetivo de alcanzar la mayoría para gobernar-. Un día después, solicitó el reingreso en su plaza de médico forense. 

A pesar de la contundencia de sus palabras, el exdirigente de la Junta de Extremadura terminó reculando. De hecho, tras varios vaivenes en este sentido, finalmente no dejará la política y seguirá como senador del PSOE por designación autonómica.

Vara (Olivenza, Badajoz, 1958) toma así el camino que en su día siguieron otros exdirigentes extremeños, como los populares Carlos Floriano o José Antonio Monago, quienes, tras dar por finiquitada su etapa autonómica, dieron el salto a las Cortes Generales.

En cualquier caso, su marcha no ha sido ninguna sorpresa, pese a haber estado 12 años al frente de la Junta, en dos etapas, y 15 como líder regional del PSOE. Antes de dirigir el Ejecutivo autonómico, además, entre 1995 y 2007, fue director general y consejero en la Administración.

Varias veces y con anterioridad al 28-M, el socialista ya había anunciado que sería su última tentativa como candidato y, días antes de la cita electoral aclaraba que, en caso de derrota, abandonaría la política. 

Tras confirmarse los resultados en los comicios, que daban la victoria al bloque de la derecha (PP y Vox), asumió el mandato de las urnas y recalcó que había «fracasado», en unas declaraciones que sonaron a despedida.

Sin embargo, al día siguiente, después de filtrarse que había solicitado su reingreso en el Instituto de Medicina Legal de Badajoz, el PSOE comunicaba que la petición se dejaba en «suspenso» debido al nuevo escenario político que se abría con la convocatoria de Pedro Sánchez de elecciones generales para el 23-J.

Menos de 48 horas después, Vara daba marcha atrás respecto a sus consideraciones de la noche electoral y, tras la reunión de la Ejecutiva Regional socialista en Madrid, anunciaba que iba a intentar gobernar en Extremadura porque su formación había ganado los comicios y que para ello se iba a presentar a la investidura.

De hecho, semanas después, ante la falta de acuerdo en las primeras negociaciones entre los de Alberto Núñez Feijóo y los de Santiago Abascal, la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín, le proponía como candidato y fijaba las fechas del debate de investidura, aunque finalmente se retiró del proceso tras el pacto alcanzado por populares y derechistas.

En ese momento, la incógnita sobre su futuro fue un episodio más de las convulsas semanas que vivió la política extremeña desde el 28-M hasta la proclamación de María Guardiola como nueva presidenta de la Junta.

Volantazo

Precisamente, la líder conservadora, que fue duramente criticada por la oposición por su cambio de postura respecto a gobernar con Vox, aprovechó el debate de investidura para recordar que Vara también dio un «volantazo» respecto al rumbo que marcó la noche electoral, por lo que no aceptaba lecciones sobre «la palabra dada».

Antes de confirmarse el pasado jueves su nombramiento como senador autonómico, Vara ya había adelantado que no sería jefe de la oposición y que en otoño se convocaría un congreso para elegir a su sustituto al frente de la secretaría regional del partido. Cierra así una etapa de su carrera política y tras «amagar» con su marcha, abre otra rumbo a Madrid. 

«Tengo interiorizado que quiero vivir de otra manera, dedicar más tiempo a mis nietas y a mi mujer y hacer cosas que no he podido hasta ahora», confesó.