Nadie duda de que el ejercicio físico es una de las herramientas más efectivas para prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida. Una premisa bajo la que el Ayuntamiento puso en marcha en octubre del año pasado la Receta de Actividad Físico-Deportiva y Social, un programa innovador que integra el movimiento dentro de las estrategias de salud pública y que ya está comenzando a transformar rutinas y hábitos en la ciudad.
Desde su puesta en marcha, la Receta de Actividad Físico-Deportiva y Social ha beneficiado a 97 personas, mientras que otras 40 están en lista de espera para ser evaluadas e iniciar este programa. La propuesta, que combina criterios sanitarios, acompañamiento técnico y seguimiento personalizado, no solo busca combatir el sedentarismo, sino también mejorar la calidad de vida de personas mayores de 50 años afectadas por fragilidad, inactividad o soledad no deseada. Un programa completamente gratuito y que, además, permite a quienes sean derivados a actividades del Patronato de Deportes disfrutar de una bonificación del 50% en la tasa durante el tiempo que formen perte de él.
«Siempre he creído en el poder de la actividad física como herramienta de salud y bienestar», afirma Orlando Castro, concejal de Actividad Físico-Deportiva y Salud, principal impulsor del programa. Su formación como educador físico-deportivo ha sido clave para que esta iniciativa fuera una prioridad desde el principio.
El programa tiene como eje una intervención adaptada a cada participante. Tras una evaluación médica inicial, se define el nivel de atención más adecuado y se diseña un plan de ejercicio físico ajustado a las características de cada persona.
El proceso comienza con la valoración del doctor Javier Calaveras, médico responsable de la prescripción. En función del diagnóstico, se deriva a la educadora físico-deportiva Paula Sánchez, quien planifica y acompaña cada fase de la intervención.
Existen distintos niveles de intervención. Hay personas que simplemente necesitan orientación para retomar la actividad, y otras que requieren sesiones dirigidas y un seguimiento más cercano. También se atienden casos más complejos, donde la soledad actúa como un factor limitante adicional. En estos, el ejercicio se combina con actividades sociales para reforzar el impacto positivo.
Este enfoque, que sitúa al ejercicio como parte de una estrategia para la mejora de la salud de los participantes, ya había sido considerado antes de la pandemia por el anterior edil de Deportes, Víctor Torres (PP). Ahora, con impulso renovado, se ha hecho realidad como una apuesta transversal del Ayuntamiento.
Ciudad saludable. «Queremos que Palencia sea una Ciudad de los Cuidados. Eso significa apostar por un modelo que prioriza el bienestar de la ciudadanía a través de políticas y servicios que fomenten la atención integral, la inclusión y la calidad de vida», señala Castro. En esta línea, el programa se integra con otras estrategias municipales de envejecimiento activo, salud comunitaria, dinamización de espacios deportivos y promoción de hábitos saludables.
El deporte, en este caso, se concibe como una herramienta. No basta con recomendar actividad física de forma general: se dosifica, se pauta y se adapta con base científica. Esta es, según el concejal, la principal diferencia. «No es una actividad cualquiera. Está planificada, supervisada y diseñada con criterios técnicos que permiten acompañar a cada persona en su mejora física y emocional», recalca.
Además del componente físico, la dimensión social del programa es fundamental. Las actividades compartidas crean vínculos, fortalecen el sentido de pertenencia y rompen con dinámicas de aislamiento que afectan especialmente a personas mayores. El contacto regular con profesionales y con otros participantes genera confianza, motivación y continuidad, factores clave para que el cambio de hábitos se mantenga en el tiempo.
Impacto y retos. Aunque los resultados ya son visibles, el programa aún se encuentra limitado por los recursos humanos disponibles. «A pesar de los recursos ajustados, los resultados son evidentes. Tenemos testimonios de personas que han mejorado en movilidad, en estado de ánimo y en autonomía. Nos reafirma en que esta es la dirección correcta», apunta el concejal.
Una de las primeras medidas que se adoptarán será la ampliación del horario de la educadora físico-deportiva. A medio plazo, el objetivo es contar con más profesionales que permitan ampliar la cobertura del programa, tanto en número de beneficiarios como en presencia territorial. «Queremos llegar a más ciudadanos, a más barrios y a más colectivos. Ojalá podamos disponer de más profesionales y extender el impacto», afirma Orlando Castro.