Como si las escenas las hubieran sacado de una película de Berlanga. La Policía Nacional ha detenido a cuatro ciudadanos de nacionalidad rumana como presuntos autores de un delito de robo con fuerza en las cosas después de una jornada de ajetreo que acabó de la peor manera posible para ellos: arrestados y en el calabozo.
Los cuatro arrestados, que viajaban en una furgoneta, se adentraron en el Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de Palencia en la noche del domingo al lunes con el propósito de hacerse con distintos materiales, especialmente cables de cobre de gran sección.
Los cuatro delincuentes fueron detectados por los servicios de vigilancia de las instalaciones, por lo que emprendieron la huida. Según la información aportada, la furgoneta en la que viajaban los cuatro sujetos encalló durante la huida en una hondonada ubicada en la zona del monte El Viejo. Al comprobar que no podían seguir con la huida con su vehículo, decidieron dejarlo a su suerte para proseguir la huida a pie. El problema para ellos era que, evidentemente, no conocían la zona por lo que se perdieron durante varias horas, aunque ya en esos momentos la Policía Nacional ya conocía la situación después de ser alertada por la vigilancia del centro de tratamiento de residuos.
Con luces y demás parapetos, los delincuentes, finalmente, llegaron a la Estación de Autobuses, donde finalmente fueron interceptados y detenidos por los agentes de la Policía Nacional adscritos a la Comisaría. Los cuatro ladrones estuvieron hasta la mañana de ayer en los calabozos del centro policial para, posteriormente, pasar a disposición del Juzgado de Instrucción Número 2, que se encontraba de guardia y que, finalmente, decretó su puesta en libertad con cargos.
Responsables del Centro de Tratamiento de Residuos han valorado el cable de cobre sustraído en unos 20.000 euros, y unos 30.000 los daños y la paralización de la actividad. ¿Qué suelen buscar los ladrones en este tipo de centros industriales? Consultados los expertos, estos indican que los ladrones tratan de hacerse fundamentalmente con cableado eléctrico para obtener cobre. Los robos de cable tienen por objetivo la obtención de cobre: un metal de alto valor comercial y que crece al ritmo del precio dólar. Para acceder al cobre se requiere limpiarlo, es decir, quemar los cables para separar el metal del plástico que lo cubre.
Asimismo, la chatarra obtenida en los robos cometidos en este tipo de centros son posteriormente vendidos a terceros de forma ilegal y opaca una vez seleccionados por metales, que tienen precios distintos en función de la calidad de los mismos.