Zunder Palencia dice prácticamente adiós a sus opciones de permanencia tras caer en el Pazo Dos Deportes ante su más directo rival en la lucha por mantener la categoría. Los de Luis Guil mantuvieron opciones hasta los últimos cuatro minutos, aunque casi siempre fueron a remolque en el marcador ante un Río Breogán que aprovechó su superioridad en el rebote ofensivo para mantenerse por delante.

Sorprendió el equipo local a Zunder Palencia en los primeros compases del encuentro, mostrándose muy acertado en sus acciones en los dos lados de la cancha para firmar pronto un parcial de 4-0 que, sin embargo, no puso nerviosos a los de Luis Guil. Confiaban en su juego los palentinos, que bajo el liderato de Pasecniks conseguían superar este primer bache y llevar el partido al terreno de la más absoluta igualdad, con alternancias en el electrónico y sin que nadie consiguiese imponerse (11-11). El primer triple de los locales volvía a colocar a Zunder Palencia en una situación incómoda a tres minutos para el final del período, pero los de Guil, una vez más, se rehacían y al minuto 10 se llegaba con 16-16 en el marcador.

Ya en el segundo cuarto, volvían a salir mejor los gallegos, pero una vez más Zunder Palencia reaccionaba y gracias a una buena defensa y una rápida circulación de balón conseguía darle la vuelta al marcador y colocarse con cinco puntos de ventaja (21-26, minuto 14). Movía el banquillo el técnico local, pero los suyos seguían fallando demasiados lanzamientos y el parcial de Zunder Palencia llegaba hasta el 0-12, que les colocaba con 10 puntos de renta a cinco minutos para el descanso (21-31). Parecía que los de Luis Guil tenían el partido encarrilado, pero una vez más el cuadro palentino no aguantó durante demasiado tiempo esa intensidad y acabó desinflándose para dar vida a un Río Breogán que fue creciendo con el paso de los minutos y que, tras un triple de Momirov, se colocaba a solo dos puntos a falta de ocho segundos para que concluyese el segundo cuarto (33-35).

Ya en el inicio del tercer período, Pasecniks volvía a convertirse en la estrella de Zunder Palencia y firmaba, él solito, un parcial de 0-5 que volvía a lanzar a los suyos (33-40). Sin embargo, una vez reajustada la defensa, Breogán conseguía frenar al pívot de los morados y los de Luis Guil volvían a atascarse en ataque. Le devolvía el parcial el equipo gallego, incrementado en dos puntos para volver a poner las tablas en el electrónico a 6'26 para el final del cuarto (40-40).

A partir de ahí, las defensas se impusieron a unos ataques demasiado erráticos y en los siguientes seis minutos de juego las canastas llegaron con cuentagotas, eso sí, a partes iguales, manteniendo el equilibrio en el luminoso, tanto, que tras bandeja en transición de Momirov para Breogán y un tiro libre, parecía que los locales se irían al último cuarto con tres puntos de renta, pero Benite lo evitaba a cuatro segundos para el final del cuarto, colocando un ajustadísimo 48-47.

Apretaron los locales en defensa en el arranque del último cuarto para firmar, en un rápido contragolpe, el 50-47 y obligar a Guil a pedir tiempo muerto apenas un minuto después de que se hubiese reanudado el juego. Pero no conseguía el técnico de Zunder Palencia reconducir la situación. Río Breogán tiraba de oficio, forzando personales y aprovechando los tiros libres para seguir ampliando su renta en el luminoso (54-47, minuto 32), aunque no todo estaba perdido y, como no, Pasecniks devolvía la esperanza a los suyos (56-54, minuto 34). No bajaba los brazos el equipo palentino, pero la enorme superioridad de los locales en el rebote ofensivo les permitía disponer de segundas opciones que les mantenían por delante en el marcador. Aun así, apretaba de nuevo Zunder Palencia (59-58), pero dos triples consecutivos de los gallegos colocaban el 65-58 a dos minutos y medio de la conclusión. Ahí se acabó el partido para los palentinos, que aunque lo intentaron hasta el final ya no pudieron evitar la derrota, que deja muy tocado al conjunto colegial de cara a conseguir la permanencia en la ACB. Eso sí, donde hay vida queda esperanza y el Zunder quemará todos sus cartuchos.