Aprender y observar

Myriam Esteban
-

El programa Cultiva, una iniciativa del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, facilita el acceso a la enseñanza y conocimiento práctico de la juventud agraria nacional en colaboración con el sector

De izquierda a derecha: la palentina Laura Castrillo y la madrileña Natalia Sanz - Foto: DP

Varias explotaciones agrícolas y ganaderas palentinas acogieron durante cinco días, el pasado mes de noviembre, a jóvenes de distintas zonas del mapa nacional con el fin de «contrastar e intercambiar información de lo que se hace en unas comunidades autónomas y en otras», según explica Javier Azpeleta, de Azpeleta Hierro Sociedad Civil (Melgar de Yuso), una de las granjas involucradas en este proyecto.

El programa Cultiva o Programa de Estancias Formativas de Jóvenes Agricultores en Explotaciones Modelo es una iniciativa desarrollada y financiada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en  colaboración con entidades de los sectores agrícola y ganadero, así como con explotaciones agrarias modelo vinculadas a las mismas, que pretende facilitar el acceso a la formación y el conocimiento práctico de la juventud agraria nacional, «dando respuesta a sus necesidades formativas».

En el caso del aragonés Héctor Alastruey, escogió la granja de Azpeleta ya que «estaba interesado en el sistema de regadío» que tenía la granja palentina, porque era el sistema de riego que él quería «implantar en su zona». El objetivo del programa Cultiva es ofrecer a jóvenes agricultores y ganaderos formación práctica en explotaciones modelo de acogida a través de estancias formativas, donde tengan la oportunidad de adquirir y consolidar in situ conocimientos sobre aspectos técnicos y de gestión que puedan aplicar en el desarrollo de su propia actividad agraria.

Laura Castrillo, de la Sociedad Coorporativa La Llosa (San Martín de los Herreros), explica que ella «enseña humildemente lo que tiene», es decir, «un carácter innovativo dentro de la explotación», ya que cuenta con una ganadería extensiva y diversificada. Castrillo afirma que los tres jóvenes que acogió «ya eran ganaderos, pero querían ver otro tipo de explotación».

Los principales beneficiarios de esta iniciativa son los jóvenes profesionales agrarios titulares de explotación, de edad igual o inferior a 40 años y aquellos que, con 41 años o más, se instalaron en la actividad en los últimos 5 años y antes de superar la edad de 40 años. En esta edición, uno de los protagonistas fue José Luis Ferraz, de Huesca, quien asegura que «en ningún caso se hubiese imaginado que alguien» como él (un joven agricultor) por su propia cuenta «pudiese ir a Palencia a visitar otras explotaciones y a ver otras formas de hacer las cosas». Asegura que este programa permite plantearse si «estás haciendo las cosas lo mejor que puedes». «Te ayuda a contrastar información». De hecho, Ferraz indica que venir a Palencia y conocer a gente que vendiese el producto de manera directa, le animó a realizar unas pruebas «que llevaba tiempo queriendo hacer» respecto a la distribución directa de carne de cordero (la especialización a la que se dedica).

Por su parte, la madrileña Natalia Sanz concluye que «es una experiencia personal que todos, una vez en la vida, deberían hacer, sobre todo, si les toca un anfitrión como Laura y su familia». Asimismo, define al programa como «una vivencia, más que como una enseñanza práctica», ya que el conocer cosas nuevas le permite modificar otras o la forma de hacerlas. Señala que, en su caso, adquirieron abejas de otro sitio para polinizar sus pastos.