La enseñanza se asoma a algunos de los retos más importantes en su futuro próximo. Al desafío de la implantación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) a través de tablets y ordenadores en las aulas, se suma ahora la Inteligencia Artificial (IA). Algo que parecía apenas hace unos años ciencia ficción, hoy ha llegado para quedarse. Cada vez son más los ámbitos entre los que esta herramienta empieza a infiltrarse o a jugar un papel preponderante, como es la educación, donde profesores y alumnos pretenden mejorar los resultados y los métodos de aprendizaje. Pero, ¿están los centros realmente preparados para adoptar y adaptarse a esta tecnología?
Según el estudio realizado por Empantallados.com y GAD3 Educar en la era de la IA. 7 habilidades necesarias en un entorno cambiante, el 50 por ciento de los adolescentes encuestados (entre 14 y 18 años) señaló que su colegio o instituto no les está preparando para utilizar la IA de forma ética, mientras que el índice subió hasta el 60 por ciento cuando también se les pregunta a los docentes.
Y es que el informe incide en que la responsabilidad ética «se hace más necesaria cuanto más potente es la tecnología», dejando al descubierto que la comunidad educativa debe adaptarse a su uso con nuevas habilidades, ya que más de la mitad de los estudiantes consideró que las tareas asignadas han perdido utilidad debido a la IA y seis de cada 10 profesores manifestó que la formación en este campo para los alumnos es insuficiente.
No obstante, el 82 por ciento de los docentes se mostraron favorables a que esta tecnología bien aplicada serviría para mejorar el aprendizaje personalizado.
¿Impacto en el rendimiento?
La principal preocupación de profesores y familias es el impacto que pueda tener la IA en los estudiantes a la hora de adquirir mayor conocimiento o reducir su capacidad de esfuerzo en clase.
Y es que más del 60 por ciento del profesorado encuestado opinó que esta tecnología merma el esfuerzo del alumnado y en torno a un 40 aseguró haber observado que los jóvenes la han utilizado para generar respuestas sin entender conceptos.
Sin embargo, la perspectiva fue bien distinta cuando se les preguntó a los estudiantes, ya que uno de cada cuatro jóvenes consideró que sin la IA su rendimiento académico sería inferior. Además, para la mayoría «no supone un sustituto sino un ayudante» en sus tareas, asegurando que la interacción directa con el profesor sigue siendo muy importante.
¿Cómo la usan y para qué?
Otra cuestión que se trató en el informe fue los usos que se le da a la Inteligencia Artificial, que son muy variados. La búsqueda de información (80 por ciento) y la estructuración de trabajos (68 por ciento) son los principales réditos que los alumnos obtienen de esta herramienta, aunque uno de cada tres la utiliza para hablar sobre temas personales o decisiones importantes.
En cuanto a las fuentes utilizadas para informarse, Google sigue siendo la más frecuentada por todos los perfiles, pero ChatGPT le ha recortado distancia y ya se ubica en segunda posición. Las redes sociales completan el podio, mientras que los medios de comunicación son las menos consultadas por los estudiantes.