El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo Cañadas, llega hoy a Palencia con una apretada agenda que le permitirá conocer la empresa Roams, mantener una reunión con CCOOy UGT, comparecer ante los medios y, lo más importante, mantener un encuentro con la militancia y simpatizantes en el CEAS de San Juanillo (19 horas).
¿Hasta qué punto se ha difuminado la voz de IU y qué se está haciendo para que resuene otra vez?
Efectivamente, la nueva etapa que hemos abierto con la última asamblea que celebramos en mayo y que me nombró coordinador federal, terminó con una frase: Es el tiempo de Izquierda Unida. Es la hora de una organización que está muy vertebrada en el territorio, que tiene arraigo en asambleas locales, que está organizada con miles de militantes y que necesita tener y recuperar la interlocución directa con la sociedad. Independientemente de las alianzas que se hagan, lo que sí es importante es que nuestra organización tenga de nuevo y refuerce su mensaje en esa interlocución social, en su discurso de una organización previsible, en cuanto a que los ciudadanos intuitivamente sepan cuál es su posición política. De hecho, el trabajo que estamos haciendo ahora, visitando los territorios y las diferentes comunidades, tiene mucho que ver con reforzar los lazos con la política de cercanía.
¿Está en crisis el proyecto político de Sumar?
Está en una reorganización y articulación. Es evidente que no se han conseguido los objetivos previstos pero lo que sí es verdad es que, como coordinador de Izquierda Unida, está vigente el mensaje de políticas avanzadas y de audacia en la reformas estructurales que necesita nuestro país en la mejora y defensa de la sanidad y educación pública como sostén de garantía de niveles de vida mínimo para la mayoría social. Debemos transmitir a los trabajadores, sean de Palencia, de Valencia o de Sevilla, que estamos ahí para defender sus intereses.
¿Qué políticas a nivel nacional llevan el sello de Izquierda Unida en el Congreso?
La gente sabe cuáles son nuestras prioridades: la mejora de la vida de los trabajadores de nuestro país y todo aquello que supone la defensa de los servicios públicos y la mejora de las condiciones laborales. Ahí está el sello de nuestra organización, lo ha estado siempre. Es más, lo ha estado cuando nadie estaba en esas posiciones políticas. Esto, sumado a la voluntad de democratización del Estado y de reformas profundas, sobre todo en el ámbito de la justicia, hace que el sello de IU esté impregnando ese proyecto. Lo que necesitamos es, quizá, reforzar una interlocución social y directa para contribuir a que este espacio político sea más fuerte.
¿Ha cambiado IU su postura sobre Nicolás Maduro y Venezuela tras lo acontecido en las elecciones y el reciente asilo concedido a Edmundo González?
Nosotros siempre hemos reivindicado el cumplimiento de la Carta de Naciones Unidas. Es decir, defendemos que cada país en su marco legislativo tiene que cumplir con las normas y no hay evidencias de que en Venezuela no se hayan cumplido. Por tanto, hasta ahora y mientras no se demuestre lo contrario, y no se ha hecho, debe prevalecer el cumplimiento de las normas y si el Tribunal Supremo ha exigido al Comité Nacional Electoral de Venezuela que dé muestras de documentación vinculada a los soportes que demuestran los resultados electorales, se debe cumplir con ese mandato. Lo que no podemos es hacer de la política de un país extranjero una clave de política nacional como hace el PP, al que le importa un pimiento el conflicto político en Venezuela.
¿Qué postura defiende IU sobre la financiación autonómica? ¿Está a favor del acuerdo con Cataluña y la condonación de la deuda a las autonomías?
Izquierda Unida apuesta por un proyecto federal -y por tanto no estamos de acuerdo con uno bilateral- que tiene que ver con que el coste de los servicios sea igual en todos los territorios desde un principio de equidad en la financiación de los servicios con el fin de que cada trabajador en nuestro país, viva donde viva, tenga la misma calidad y el mismo servicio público. Para eso hay que hacer una reforma fiscal de la que no habla nadie, para que la aportación tributaria la dejen de soportar en su mayoría los trabajadores y los ricos de verdad de nuestro país empiecen a aportar en proporción a sus patrimonio.
En tercer lugar, defendemos el concepto de condicionalidad, es decir, si vamos a aumentar los recursos para servicios las comunidades autónomas no pueden hacer agujeros fiscales a través de bajadas de impuestos a los ricos como hacen en las comunidades del Partido Popular.
Y el cuarto elemento, que tampoco lo valoran otras organizaciones, es el relacionado con el sistema de financiación local. Es hora de abordar también la financiación a los ayuntamientos que tienen servicios de atención a la ciudadanía infrafinanciados.
¿Ve peligrar la legislatura?
Si no se consiguen unos presupuestos no tiene por qué acaba el mandato. Eso no significa que puede haber razones de otra naturaleza que pudieran adelantar las elecciones, pero yo creo que en estos momentos no existen ni condiciones objetivas ni subjetivas para bloquear las Cortes. Hay legislatura para rato.