"Decir que no se puede hacer una prueba nacional es un fraude"

César Ceinos
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Miguel Ángel Arconada Melero, licenciado en Filología Hispánica y catedrático de Literatura, se jubiló en junio como coordinador del Bachillerato Internacional en el IES Jorge Manrique tras una amplia trayectoria docente e investigadora

"Decir no a una prueba nacional de Bachillerato es un fraude" - Foto: Óscar Navarro

El catedrático de Literatura Miguel Ángel Arconada Melero (Palencia, 1964) se jubiló en junio tras una amplia trayectoria docente que llevó a cabo entre las localidades de Paredes de Nava, Venta de Baños y Palencia, donde impartió Lengua Castellana y Literatura. Licenciado enFilología Hispánica por la Universidad de Valladolid (UVa), en los últimos diez años fue el coordinador del Bachillerato Internacional, un programa que se imparte en el Instituto deEducaciónSecundaria Jorge Manrique de la capital desde 2013.Por otro lado, fue director del Centro de Formación del Profesorado de Palencia(CFIE), profesor asociado de Didáctica de la Lengua en laFacultad de Educación de La Yutera y docente durante dos décadas en la universidad de la experiencia enPalencia y Guardo, entre otras dedicaciones.

En el plano de la investigación, abordó principalmente dos temas, el análisis crítico de los medios de comunicación y la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres en el sistema educativo, que le permitió trabajar en Perú, Colombia, México y Portugal, y el análisis crítico de los medios de comunicación. Además, recibió el Premio Unesco 2019 de Educación de las niñas y las mujeres por el programa Skolae y el Premio Clavico 2021.

En junio cerró su trayectoria laboral. ¿Qué sintió al decir adiós a esa etapa de su vida?

He sido una persona enormemente feliz con mi profesión. Desde muy pronto tuve claro que quería ser profesor de Literatura y es algo que he disfrutado durante varias décadas. Pero también tenía claro que no es mi única ambición o mi único deseo durante la vida. Ahora empiezo una nueva. Sé que echaré de menos a los compañeros y el contacto con los alumnos, pero era el momento de iniciar una etapa nueva y lo he hecho con mucha alegría. Además, hubo una cosa que me lleno de satisfacción y fue poder dar el relevo del cargo de coordinador del Bachillerato Internacional con tiempo. Tuve todo un año para trabajar mano a mano con la otra persona, Juan José Nervión, y eso me ha dado una tranquilidad absoluta de que el programa ahora está en buenas manos y que no va a haber dudas.

"Decir no a una prueba nacional de Bachillerato es un fraude" - Foto: Óscar NavarroEn los últimos 10 años fue coordinador del Bachillerato Internacional en el instituto Jorge Manrique. ¿Qué diferencias tiene respecto al convencional?

El Bachillerato Internacional es un proyecto que tiene ya más de 50 años de existencia, está implantado en 169 países y fue un verdadero orgullo el que Palencia, y más un centro público, pudiese ofertarlo. Es un proyecto que es más exigente que los bachilleratos nacionales respectivos, mucho menos memorístico y anticipa destrezas universitarias de investigación, de pensamiento crítico y de mentalidad internacional. En ese sentido prepara para lo que se viene a llamar la excelencia integral. No es solamente que académicamente sea más exigente, sino que es mucho más ambicioso, sobre todo en destrezas.

¿Por qué decidió apostar por esta modalidad educativa?

Fue una oferta del director Jesús Coria, que yo acepté de muy buen grado. Primero estuve un año como profesor de Literatura en este sistema y luego sustituí a Arturo Polanco en la coordinación del Bachillerato Internacional. Era algo que ellos dos habían trabajado muy bien para que llegara a Palencia y para mí fue el mejor estímulo profesional que he podido tener. Porque es un sistema que también al profesorado le exige trabajar más y mejor.

¿Qué supuso coordinar el programa durante una década en Palencia?

"Decir no a una prueba nacional de Bachillerato es un fraude" - Foto: Óscar NavarroHacer crecer el proyecto que ya estaba aprobado, de forma que hemos ampliado los itinerarios que ofertábamos a la sociedad palentina. Hoy hay rama Biosanitaria, Científica-tecnológica, Ciencias Sociales y Humanidades. Además, hemos ampliado el número de docentes que se implica y, sobre todo, hemos logrado que la sociedad palentina sepa que existe el Bachillerato Internacional, que tiene lista de espera cada año. Es decir, sabemos que hay siempre un grupo de familias que están absolutamente convencidas de que es el mejor Bachillerato para sus hijos. Hemos tenido alumnado de Valladolid, de Toledo y de Ávila. Hay familias que tienen muy claro que harán lo que sea para que sus hijos cursen este programa por el valor diferencial que tiene.

Nosotros decimos que un sistema educativo tiene que tener medidas de atención a la diversidad.  Es bueno que invitamos dinero en que nadie se cree atrás, que todo el mundo llegue a los mínimos de educación. Pero también es de atención a la diversidad que aquellas familias, aquellas personas que se exigen un poco más también estén atendidos por un sistema público al respecto. 

Habla de estudiantes procedentes de otras ciudades. ¿Cómo ha podido beneficiar a Palencia el Bachillerato Internacional?

En primer lugar, hay que decir una cosa muy clara a la sociedad palentina y es que la oferta educativa en Palencia es muy buena en todas las etapas. Y en segundo lugar, a ese buen nivel educativo, el Bachillerato Internacional le ha añadido una oferta distintiva más y que viene a atender una demanda que cada vez hemos ido consolidando más. Es más, todo centro educativo que incorpora este programa acaba creciendo internamente porque se enriquece con sus novedades.

¿Qué resultados ha tenido en los primeros años en el Jorge Manrique?

Desde el principio hemos tenido unos resultados que están por encima de la media mundial. Y, por otro lado, es que el 98% de nuestros alumnos aprueba. Es decir, tiene un éxito en el alumnado, a nivel corporativo y, sobre todo, en el aumento de la demanda. Hay más alumnos de distintos centros, públicos, privados, de la provincia, de la capital y de fuera de ella.

¿Con estos resultados se podría comparar la educación del Bachillerato Internacional de Palencia con la de otros lugares?

No tenemos ningún problema en comparar nuestros datos con los de otros centros. Cuando estamos hablando de la media mundial viene desagregado en zonas. Nosotros estamos de Europa y Medio Oriente y los datos son ligeramente superiores a la media de la zona.  Hay asignaturas en las que nos ha ido realmente muy bien y ha habido centros que nos han llamado para preguntarnos por nuestros resultados. Porque el Bachillerato Internacional es transparente en sus resultados. Todos los centros sabemos cómo les va a otros.

¿Existen diferencias entre el Bachillerato Internacional palentino y el de otros países?

El Bachillerato Internacional tiene una oferta muy grande de asignaturas y cada instituto contextualiza las que le vienen bien en su sistema. 

Pero el contenido de las asignaturas es estándar para todo el mundo. Las matemáticas que estudia un muchacho de Singapur y las que estudia un muchacho de Palencia son las mismas. El sistema educativo tiene los mismos contenidos y los exámenes son los mismos en todo el mundo. Cuando los políticos dicen que es imposible coordinar una prueba nacional de Bachillerato, al profesorado de Bachillerato Internacional se nos escapa una sonrisa. Porque nosotros tenemos una prueba mundial sin ningún problema. Decir que no se puede hacer una prueba nacional de Bachillerato es un insulto a la inteligencia y un fraude a los alumnos españoles y palentinos.

¿Sería interesante que el Bachillerato español fuera adaptándose al Bachillerato Internacional?

Se aprecia una tendencia en la última ley educativa, la Lomloe, y el proyecto de laprueba de Bachillerato a  inspirarse en algunas características del Bachillerato Internacional.Cada vez se tiende más hacia una evaluación de competencias y no tan memorística. El alumnado español es bueno en retener conocimientos, pero no le enseñamos a aplicarlos. Y los exámenes internacionales son sobre todo de aplicación de conocimientos. La memoria es algo imprescindible, pero es algo subordinado a la inteligencia, es un componente de la inteligencia. Los datos en sí mismos no sirven para nada. Tenemos que tener datos para saberlos gestionar. Además, el espíritu crítico es fundamental en este momento y el Bachillerato nacional no genera una enseñanza intencional del espíritu crítico, mientras que el Internacional, sí.

En líneas generales, ¿podemos hablar de buenas trayectorias de los alumnos que cursaron este programa en el Jorge Manrique?

Tenemos ya alumnos incorporados al mercado laboral desde hace tiempo y una característica fundamental ha sido que no tienen miedo a incorporarse tanto a estudios universitarios como a puestos de trabajo fuera de nuestro país.

Además, otra cuestión de los exalumnos que nos gusta mucho también es que son nuestros principales embajadores. No solamente les ha ido muy bien, sino que hablan muy bien del Bachillerato Internacional y hay personas que vienen a cursarlo porque han oído a estos exalumnos  explicar lo que les supuso.

Más allá de la coordinación de este programa, también cabe destacar  su faceta investigadora. Es coautor de Convivir en Igualdad: Prevención de la violencia masculina hacia las mujeres en todas las etapas educativas. ¿Cree que en los centros se está educando adecuadamente en este aspecto?

Hace falta cambiar mucho. Las leyes educativas dicen que hay que coeducar desde hace más de tres décadas, pero los centros educativos son mixtos y no coeducadores. Coeducar significa potenciar que tenemos capacidad de ejercer el derecho a la igualdad en lo público y en lo privado. Y todavía en la escuela no se está trabajando de esta manera. Siempre ha habido prácticas concretas que son magníficas, pero en los centros educativos en su conjunto no lo tienen bien planificado. En Palencia tenemos que destacar que existió el seminario universitario de educación no sexista, del que yo me considero hijo adoptivo. Y la ciudad es un lugar de referencia gracias a la Cátedra de Estudios de Género, que ha impulsado una muy buena línea de coeducación desde laFacultad de Educación.

Sin embargo, debemos decir que, globalmente, las alumnas son las usuarias más rentables del sistema educativo (sacan las mejores notas en todas las etapas), pero muchas se quejan de que el espacio educativo no está libre de sexismo y que todavía hay una educación sexista en las aulas.

En alguna entrevista abogó por impartir educación afectivo-sexual en las aulas. ¿Por qué motivo?

Abogo por una educación integral de la persona y dentro de esta también debe estar el ámbito afecto-sexual. Las leyes así lo han amparado siempre pero no se ha bajado a la práctica concreta. Tenemos una carencia tremenda y unos datos aterradores en este momento. Hay un rejuvenecimiento de la violencia sexual tanto en víctimas como en victimarios. En estos momentos existe una generación de personas que ya ha nacido con el consumo de pornografía desde los nueve años y que está llegando a sus primeras experiencias con unos patrones de violencia, de exigencia y de sumisión que nos están alertando. La educación afectivo sexual se puede ejercer por acción o por omisión y, cuando la escuela y las familias no la llevan a cabo, ese espacio es ocupado por otros estímulos. No puede ser que la pornografía sea el único elemento de formación afectivo-sexual de las nuevas generaciones. Las escuelas y las familias tienen que apostar seriamente en este aspecto.

Mañana se conmemora el Día Internacional de laEliminación de la Violencia contra la Mujer. ¿La falta de educación afectivo-sexual está relacionada con ella?

Hace 20 años una ley integral de medidas contra la violencia de género y todavía no hemos logrado que se reduzca esta realidad. Todo es multicausal, pero, desde luego, uno de los elementos que tenemos que abordar es que la escuela debe hacer más de lo que está haciendo. Cuando esta haga todo, seguirá siendo insuficiente y habrá que sumar más cosas, pero tenemos que exigir que la escuela también sea un espacio que forme para la prevención de la violencia de genero. Hemos hecho bastante para que las alumnas reaccionen de una manera temprana en cuanto reconocen los primeros síntomas de malos tratos. Lo saben captar mucho antes que hace décadas, porque la escuela también ha sabido difundir que una mujer agredida  tiene una serie de servicios a su disposición. Pero no podemos poner la solución de un problema en las víctimas. También tenemos que hacer que los chicos se autodiagnostiquen y vean hasta que punto tienen cierta connivencia y simpatía por elementos cercanos a la violencia de género. No hay que culpabilizarlos de algo que todavía no han hecho, pero hay que hacer que muestren claramente contrarios a que aparezca cualquier elemento de violencia de género en su vida. Casi en todas las escuelas se conmemora esta fecha, pero todavía faltan buenos proyectos sólidos, planificados y a largo plazo en el sistema educativo.

¿Te me que las generaciones del futuro continúen con esta lacra?

Hay un rejuvenecimiento de víctimas y de victimarios y hay una impugnación en los varones menores de 35 años sobre el concepto de violencia de género. Uno de cada cinco hombres jóvenes dice que la violencia de género es un invento, según los datos de laFundaciónReinaSofía. Y si tú no sabes ver algo no vas a poder luchar contra ello. Pues tenemos que seguir trabajando para que se perciban desde el sistema educativo que hay desigualdades y que hay violencias.

También abordó en sus estudios la integración de la publicidad y los medios de comunicación en el área de Lengua. ¿Como ha cambiado esta cuestión desde el auge de internet?

Empecé trabajando para la publicidad engañosa y luego me di cuenta de que el gran problema era la publicidad sexista y por ahí llegué a los estudios de genero. De aquel momento yo me fijé sobre todo en la publicidad en prensa y en la publicidad en televisión. Son dos campos en los que la publicidad ha cambiado mucho y ha cambiado para bien, aunque no está exento de problemas. No podemos decir que ahora la publicidad sea tan sexista como en los años 90 del sigloXX, ni mucho menos. Lo que ha pasado es que los nuevos formatos de publicidad han incorporado una mayor permisividad respecto a los mensajes que estaban de alguna manera ya normativizados en los medios de comunicación. Lo que no nos encontramos desde hace mucho en la publicidad en prensa y en la televisión masiva, nos lo encontramos ahora en las redes sociales y en otros formatos de comunicación. Y no podemos ponerle puertas al campo. Es decir, la publicidad siempre va a llegarnos en nuestra vida y lo que tenemos que hacer es formar una mirada crítica contra las malas prácticas publicitarias.

Muchas personas recurren al tópico de que las generaciones pasadas eran mejores que las actuales. ¿Por qué eso no es cierto?

He dado clase en el medio rural y en el Jorge Manrique y podemos decir que hay gran proporción del alumnado con el mismo interés, esfuerzo y ganas de hacer las cosas bien que siempre. Es cierto que hay un pequeño núcleo de objetores escolares que no quieren estar y no hacen nada, pero esto se debe a que el sistema se ha vuelto generalista y antes no estaban en las aulas. La mayor parte del alumnado está trabajando bien tal y como la hacemos trabajar. Son alumnos que han tenido  que educarse ante muchos más estímulos y saben hacer cosas que nosotros no teníamos que aprender. Su mundo tiene muchos más estímulos y, en general, dan buena respuesta a casi todos ellos.

Para terminar, ¿ahora a que se va a dedicar?

A instituto Jorge Manrique, estaré vinculado siempre y para lo que me necesiten. También tengo idea de recopilar todo el trabajo que se ha ido publicado en materia de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y tengo muchas ilusiones de hacer viajes y de adentrarme en la micología. 

¿Y al baloncesto?

Fui jugador y árbitro. Y ahora ha sido muy interesante ver la eclosión del Palencia Baloncesto, que se está consolidado. Me gustaría que hubiese más jugadores palentinos dentro de la plantilla, pero sé que eso depende de muchos factores y el deporte espectáculo no está siempre coordinado con el deporte de base. Yo recuerdo con nostalgia cuando se jugaban más de 70 partidos los sábados en los colegios. Y eso ha desaparecido. Y sin deporte de base no podrá haber una cantera.