La pensión media de jubilación subirá en 734 euros al año ó 52 euros al mes con la revalorización del 3,8 por ciento que experimentarán las pensiones contributivas en 2024, ha informado este jueves el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Por su parte, la pensión media del sistema, de 1.200 euros al mes, aumentará en 638 euros al año, lo que suponen 46 euros más al mes.
Tras la publicación del IPC definitivo del mes de noviembre, el Departamento que dirige Elma Saiz ha vuelto a confirmar que las pensiones contributivas subirán un 3,8% en 2024 como consecuencia de la fórmula de revalorización acordada en la reforma de pensiones de 2021.
Dicha fórmula liga la subida de las pensiones a la inflación media de doce meses, en este caso a la del periodo diciembre 2022-noviembre 2023, cuyo resultado ha sido un 3,8%.
La subida será efectiva desde el 1 de enero y con ella, destaca el Ministerio, se da cumplimiento a las recomendaciones del Pacto de Toledo de garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas en base a la evolución del IPC.
Según Seguridad Social, en total, más de 10 millones de pensionistas van a ver conservado o aumentado su poder adquisitivo.
"Gracias a la reforma de las pensiones aprobada en 2021, con la contribución de los agentes sociales y los partidos políticos que votaron a favor, por tercer año consecutivo el Gobierno de España protege el poder adquisitivo de nuestros pensionistas", ha destacado la ministra Saiz en un comunicado.
Las mínimas y las no contributivas
Por su parte, las pensiones mínimas contributivas y las pensiones no contributivas aumentarán por encima del IPC medio del 3,8%.
"La gran noticia es que las pensiones que más suben son las más bajas, que corresponden a las personas con menor renta y que tiene un efecto directo en la reducción de la brecha de género, uno de nuestros objetivos irrenunciables", ha afirmado Saiz.
De hecho, la ministra indicó esta semana que las pensiones mínimas subirán en 2024 entre un 5% y un 7%, salvo la de viudedad con cargas familiares, que lo hará un 14,1%, mientras que las no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital (IMV) aumentarán un 6,9%.
Para mejorar la equidad y suficiencia de las pensiones, la reforma que aprobó el Gobierno en la anterior legislatura contempla mejoras en 2024 en las pensiones no contributivas.
Éstas, una vez revalorizadas de acuerdo con el IPC, se incrementarán adicionalmente para reducir en un 20% la brecha existente hasta alcanzar el 0,75 del umbral de riesgo de pobreza calculado a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE) para un hogar unipersonal.
Asimismo, la cuantía mínima de la pensión de jubilación contributiva para un titular mayor de 65 años con cónyuge a cargo, una vez revalorizada en función del IPC, subirá adicionalmente para reducir en un 20% la brecha existente hasta alcanzar el 1,5 del umbral de riesgo de pobreza.
El objetivo es que la pensión mínima de jubilación contributiva con cónyuge a cargo alcance al menos en 2027 los 16.500 euros anuales (1.178,5 euros al mes por catorce pagas), un 22% más que ahora.
La cuantía mínima de la pensión de viudedad con cargas familiares, las de pensiones contributivas con cónyuge a cargo, excepto la de incapacidad permanente total de menores de 60 años, serán iguales a la cuantía de la pensión mínima de jubilación contributiva para un titular mayor de 65 años con cónyuge a cargo.
El resto de las cuantías mínimas de las pensiones contributivas, una vez revalorizadas, se incrementarán adicionalmente en un porcentaje equivalente al 50% de los porcentajes resultantes del incremento adicional de la cuantía mínima de la pensión de jubilación contributiva para un titular mayor de 65 años con cónyuge a cargo referenciado al umbral de riesgo de pobreza indicado.
Según la reforma vigente, las pensiones no contributivas, por su parte, crecerán también por encima de la revalorización media de las pensiones, hasta converger en 2027 con el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal.
Subida de las bases máximas y de la pensión máxima
En 2024 entrará en vigor la revalorización anual de las bases máximas y del complemento de la brecha de género en función del IPC. En el caso de las bases máximas, al IPC se le sumará un cuantía fija de 1,2 puntos cada año del periodo 2024-2050.
Esto supone que, para el año próximo, la base máxima de cotización subirá en torno a un 5% (el 3,8% del IPC promedio más un 1,2% adicional), lo que la situaría en unos 4.720 euros mensuales.
Asimismo, la reforma de pensiones determina que el complemento de la brecha de género (30,4 euros en el ejercicio actual) subirá un 10% adicional en el bienio 2024-2025, que se distribuirá entre ambos ejercicios según determinen las respectivas Leyes de Presupuestos Generales del Estado.
Según el Plan Presupuestario del Gobierno remitido a Bruselas, la subida de la base máxima en 2024 implicará ingresos superiores a los 308,5 millones de euros.
El Gobierno evaluará cada cinco años en el marco del diálogo social la subida de las bases máximas de cotización y remitirá un informe a la Comisión del Pacto de Toledo.
Al tiempo que aumenta la base máxima de cotización, la pensión máxima se incrementará en 2024 con el IPC (desde 2025 lo hará con el IPC más un 0,115% adicional).
De este modo, con la revalorización del 3,8% del IPC, la pensión máxima se situará en 2024 en 3.175,5 euros mensuales por catorce pagas, frente a los 3.059,2 euros de este año.
El destope de la pensión máxima inicial comenzará a aplicarse en 2025 y consistirá en revalorizar la pensión máxima con el IPC más un incremento adicional de 0,115 puntos porcentuales cada año hasta 2050, lo que supondrá un incremento aproximado del 3% en ese periodo.