El catedrático de Prehistoria de la Universidad de Valladolid, Manuel Ángel Rojo, ayer explicó en el marco de la actividad Pieza del mes del Museo de Palencia detalles sobre el conjunto de fragmentos de vasijas cerámicas ornamentadas descubiertas en el poblado neolítico que había por debajo del monumento megalítico funerario de La Velilla, excavado a finales del siglo pasado en tierras de Osorno. Se trata de las vasijas de barro cocido más antiguas documentadas en este territorio y que podrían fecharse en el Neolítico Antiguo, hacia 4500 AC. Para conocer y analizar este, la cerámica sigue siendo fundamental.
El testimonio de estas piezas junto a la pequeña cabaña ovalada y los restos de hogares que aparecieron en el nivel de ocupación de esta fase se convirtieron, en su momento, en un referente para el estudio de las relaciones entre el Neolítico Interior peninsular y el Megalitismo, al confluir en el mismo solar un yacimiento de habitación al aire libre y una tumba colectiva monumental fechable en el cuarto milenio antes de nuestra Era.
El yacimiento fue excavado por Pilar Zapatero Magdaleno durante los meses de septiembre a lo largo de cinco campañas de 1897 a 1993. El 2 de febrero de 1994 fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de Zona arqueológica por la Junta de Castilla y León y restaurado un año después.
En el asentamiento se recuperaron, junto a otros materiales, 124 restos cerámicos, de los cuáles 36 son del espacio habitacional inferior y 88 del superior. Son todos ellos elaborados a mano en cuyas decoraciones se observan las técnicas que definen estilos propios del Neolítico Antiguo: acanalados, impresión, incisión, boquique y decoración aplicada.