Tener la oportunidad de tomar un café, disfrutar de una caña fresquita, probar una tortilla de patata exquisita o saborear un torrezno de Soria bien crujiente no es posible en cualquier sitio. Solo se puede hacer en los mejores bares de Palencia y uno de ellos es El chiguito de Miguelín, un establecimiento de larga trayectoria, pues abrió sus puertas en 1961 y hoy, más de sesenta años después, se mantiene al pie del cañón.
Calidad en cada plato o ración y un trato único han hecho de este local de la calle Mayor Antigua, número 35, un referente para los palentinos. Y es que, tras la barra se encuentra Carlos Martínez, que desde las ocho de la mañana comienza a servir cafés para el desayuno. Todos ellos acompañados de una rica tostada de mermelada y mantequilla o de aceite con tomate. Al gusto del cliente.
Es su horario puntual el que hace que cada día sean más los clientes que cruzan sus puertas. Aunque otros muchos acuden a degustar las raciones que elaboran con esmero, como el famoso torrezno, la tortilla o los platos de embutido. Delicias que sorprenden a cuantos las toman.
Es más, para abrir el apetito o para saciarlo, según el comensal y el momento, ofrece una tapa gratuita con cada consumición. Embutidos, quesos, salchipapas o ensaladilla son algunas de las que no faltan cada día de la semana. Pero ahora que los vientos invernales acechan y el frío se hace notar serán los calditos los que empiecen a copar las solicitudes. Caseros y muy sabrosos.
Por supuesto, a quienes llevan un poco de prisa o prefieren optar por una opción culinaria distinta, Carlos Martínez y Ofelia Peñafiel, su esposa y empleada, los ofrecen una larga lista de bocadillos, donde el de beicon y queso o el de lomo con pimientos se llevan la fama; así como las hamburguesas variadas y los sándwiches. Es más, en estos últimos encontrará opciones vegetales, aptas para quienes no toman carnes o derivados animales.
Lo mejor es acudir al bar El chiguito de Miguelín de martes a domingo (cerrado domingos por la tarde y lunes) y comprobar de primera mano sus bondades.