Era una especie de dos en uno. Por un lado, la primera jornada de la novedosa Copa de España, cuyo resultado (por aquello de la coincidencia de fechas) valía para tomar parte o no con la de Castilla y León. La derrota en Valladolid, en un partido en el que fue claramente de más a menos, le deja al Palencia Baloncesto casi sin opciones para pasar a cuartos de final de la competición nacional y a expensas de lo que suceda hoy en el derbi burgalés SanPablo-Tizona para jugar la competición regional. Si en el duelo de la capital del Cid uno de los dos equipos pierde por ocho y más puntos, jugará la semifinal el próximo sábado en el Ángel Nieto zamorano ante el anfitrión. En caso contrario, se queda sin Copas.
En el primer cuarto y en el comienzo del segundo los palentinos exhibieron más y mejores argumentos, pero entonces los locales firmaron un parcial de 13-1 y a partir de ahí el duelo se movería siempre igualado y con no poco descontrol, con el marcador, bailando a uno y otro lado hasta llegar a un último acto, donde los de Luis Guil volvieron a tener sus opciones, pero donde, de nuevo, no supieron rematar.
De salida se vio a un conjunto pucelano bastante fallón en el lanzamiento marrando sus primeros cinco ataques. Una situación que aprovecharon los palentinos para firmar un parcial de 0-6 inicial que además comenzó con un gran mate inaugural de Vaulet. El míster local, Lolo Encinas no tardó en realizar sus primeras rotaciones. Sus pupilos apretaron y llegados al ecuador de la manga todo costaba mucho, con defensas duras y no pocas faltas, pero un primer triple de Kamba o una nueva penetración de Wintering mantuvieron al equipo visitante arriba hasta que el esloveno Kovacevic empató después de encestar dos triples consecutivos (15-15 en el 8´). El final del cuarto fue de bastante descontrol y puntos, pero el Palencia Baloncesto no dejó de llevar la iniciativa e incluso al final igualó su máxima del principio (18-24).
La buena dirección de un Atencia que ya había destacado propició que el segundo cuarto se abriera con un triple liberado de su compañero Egekeze. El Valladolid seguía dando la cara pero el equipo de Luis Guil exhibía mejores recursos y Mballa con una gran canasta y Vaulet con otro mate firmaban un parcial de 0-6 para una nueva máxima con el 21-30 en menos de dos minutos, lo que obligaba a Encinas a parar el juego. Kovacevic salió al rescate de nuevo desde el exterior, también Puidet haría un triple al poco, y en esta fase el Palencia pese a rotar generosamente sufriría su primer momento de crisis. De esta manera sólo anotó un punto en cinco minutos y encajó un parcial de 13-1 demoledor que colocaba a los pucelanos pro primera vez por delante (34-31 en el 7´). En ese final Dimitrov y especialmente Borg consiguieron anotar desde el perímetro y la manga acabaría 36-41.
Tras el descanso apareció un Hoover imparable, también desde el triple, para de nuevo remontar el resultado por la vía rápida en apenas dos minutos de segunda parte (43-41). El Palencia respondería a la afrenta con un parcial de 0-6, pero hacía ya muchos minutos sin anotar. Ni siquiera un triple de Wintering o más aportación de un Chema González, muy acertado pese a no contar casi con minutos, lograron que el Palencia agarrara una renta algo más tranquilizadora, pues los locales recuperaban el terreno desde el tiro libre y todo seguía muy ajustado. Jugando a tirones rápidamente Palencia volvió a abrir un brecha de +7, pero Lolo Encinas paró el juego y una vez más Valladolid se puso arriba. A la conclusión 61-60.
El inicio del cuarto definitivo siguió siendo de mucha pelea en las pinturas y errores de todo tipo en toda la pista. Nadie era capaz de poner orden y que Wintering estuviera en el banquillo no ayudaba nada. El Valladolid estaba crecido con Agustí Sans, Atienza, Hoover o Kovacevic ya en dobles dígitos. El equipo morado buscó la presión a toda pista y un juego más ortodoxo con mayor presencia de Krutwig, pero curiosamente quien más robó fue el Valladolid y Luis Guil tuvo que parar de nuevo el juego transcurrido apenas un minuto y medio después. Tocó la heroica, pero no hubo tiempo para la remontada.