La Feria de San José de Saldaña, que encierra la promoción de la caza y la pesca, cumplió ayer el objetivo de ser algo más que un impulsor de ambas prácticas deportivas con numerosas actividades que animan un certamen con mucho tirón y aceptación de público. 

A las actividades de paseos a caballo para los más peques, la de mayor éxito, se sumó el primero de los dos días el III Memorial Jesús Poza para dar el pistoletazo de salida a la temporada para pescadores, junto a talleres micológicos, salidas guiadas al campo para buscar setas, el atractivo de un simulador virtual de caza procedente de Guardo y la feria de productos de elaboración artesanal.

«Los caballos ya el año pasado dejaron un buen sello y al promotor, Luis Antonio Blanco, le tuvimos que pedir que, en lugar de un día, se quedara dos. Hay seis ejemplares, las colas no cesan y los niños aquí se lo pasan estupendamente. Además, el resto de actividades están funcionando muy bien», señala el alcalde, Adolfo Palacios. El protagonismo lo acapara también la cantidad y variedad de productos de los 30 expositores en el polideportivo del Soto.

Setas, truchas y equitación en el inicio ferial saldañés - Foto: Óscar NavarroEn el recinto ferial no faltan la alfarería de Pereruela (Zamora), las setas de cultivo de la zona de la vega con degustación; embutidos típicos de elaboración artesanal encabezados por el municipio montañés de Cillamayor y también de distintos puntos de Castilla y León; mieles variadas de numerosos pueblos de la provincia; frutos secos; conservas; encurtidos; artículos textiles; libros y antigüedades;  esculturas de madera; una exposición fotográfica micológica con paneles informativos y la taxidermia con trofeos de caza disecados, a cargo del aficionado local Juan Luis Palacios.

«La temperatura es ideal para estar en la feria y también disfrutar de la naturaleza.  Tenemos a la gente pescando ahora en el río en el memorial Jesús Poza, con 20  inscritos, y ya el año pasado se logró alguna trucha de más 60 centímetros», detalla el regidor saldañés.

En el pinar anexo del colegio Villa y Tierra, el escultor y autor de trabajos en madera Javier Patón, residente en Villanueva de Arriba, talla en vivo con una motosierra  sobre un chopo talado la imagen que nombra como hombre seta y pastor de árboles. «En este bosque de pinos hay ya una veintena de setas desde hace varios años que pintan y decoran los niños de la guardería. Hay otra partida preparada para que se involucren otra vez los más pequeños con el apoyo también  de la Asociación Micológica Corro de Brujas», expone.

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